Indudablemente, el cineasta italiano Nanni Moretti
se encuentra en el mejor momento de su carrera. Con la Palma de
Oro de este año bajo el brazo, tras ejercer como presidente
del jurado en el último festival de Venecia, el autor de
Caro Diario estrena en nuestro país La habitación
del hijo, un filme dramático, que cuenta la muerte
del hijo menor de una familia italiana, en la pequeña ciudad
de Ancone. La película marca un punto de inflexión
en la filmografía del siempre controvertido Moretti que
supera aquí su habitual introspección, algo egocéntrica
y sarcástica, para definir un auténtico melodrama.
Cinestrenos.com:
¿Piensa que con La habitación del hijo ha
cambiado de rumbo al dejar de lado el aspecto cómico y
humorístico, tan característico de sus películas,
para desarrollar un relato más dramático?
Nanni Moretti: En la película lo
que tenía que retratar era un dolor muy concreto: la muerte
de un ser querido y las diferentes formas en que los familiares
más cercanos reaccionan frente a este fallecimiento. Sentía
como realmente importante la necesidad de representar este relato.
Jamás me había visto envuelto por el sentimiento
de un filme como me ha sucedido en esta ocasión. Nunca
me había pasado.
CC: Este dolor que quiere mostrar, ¿de
dónde proviene?.
NM:Yo había escrito el argumento
de esta película después de Caro Diario.
¿De donde proviene? Por una parte, con el paso de los años,
se comienza a pensar más en la muerte. Esto no tiene nada
que ver con el cáncer que padecí, porque en aquel
momento nunca tuve miedo de morir. No me dio tiempo a darme cuenta.
Lo que nos afecta es la muerte de otras personas. ¿Cómo
reaccionamos ante la muerte de una persona que queremos? ¿Cómo
es la vida después de la muerte? Con el transcurso de los
años, se piensa cada vez más en la muerte y, naturalmente,
es un miedo que he intentado, no diría alejar, sino afrontar
interpretándolo y relatándolo a través de
una película. Ya tenía el argumento, pero en un
momento concreto, a finales del año 1995, algo me alejó
de mi idea. Esperaba un hijo y, francamente, no me convenía
durante el embarazo de Silvia, ni después durante los primeros
meses de este hijo, continuar escribiendo y realizar una película
que hablará de la muerte de un hijo. No podía ni
tampoco quería. Entonces, decidí dejar a un lado
el asunto de La habitación del hijo, sabiendo que
iba a ser la próxima película que haría.
Una vez terminada Abril, empecé a escribir el guión
con otras dos personas: una de ellas era el guionista Heidrun
Schleef y la otra, Linda Ferri, la escritora.
CC: Siendo usted un
cineasta tan personal, ¿que han aportado estos dos colaboradores
a la película?.
NM:
Yo ya tenía la historia en 25 páginas, la familia
y, también, mi personaje del psicoanalista. Después,
juntos, escribimos el guión. Trabajamos bastante, durante
más tiempo del que normalmente se dedica a redactar el
guión. La primera escena de la película, aquella
en la que se me ve correr, podría estar tomada de una de
mis películas anteriores. Y además, la primera escena,
tras los títulos de crédito, cuando tomo un café
con leche en el bar, es exactamente el final de Caro Diario.
En la primera parte de la película, puede haber situaciones
y personajes que recuerdan a mis películas anteriores.
Además, todo esto naturalmente es eclipsado por ese gran
dolor que es la muerte de un hijo. Pero creo, por lo que puedo
entender de mi película, que es una obra cinematográfica
que integra y da una nueva visión de otros filmes que he
realizado. Así que no es tan insólita como parece.
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