Vidas ejemplares
El género biográfico demuestra su buena salud en la cartelera con ejemplos como El Aviador, Kinsey o Ray
Carlos Leal
Calcula la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos que las películas que más posibilidades tienen siempre de partida de entrar en la carrera de los Oscar son las de género biográfico. De hecho, sólo en la pasada década casi cincuenta de las doscientas películas nominadas guardaban relación con personajes históricos o de la vida real. Este año la Academia ha denistrado que pocas veces se equivoca concediendo once nominaciones a El Aviador de Martin Scorsese, seis para Ray de Taylor Hackford, y una para Kinsey, lo que indica que la buena salud del género en pleno siglo XXI está fuera de toda duda.
La consagración del biopic en Hollywood llegó en la década de los 30 de la mano de la Warner Bros. El estudio popularizó una serie de películas biográficas de contenido social que llegaron a ser muy populares. Entre ellas se encuentra La historia de Luis Pasteur, dirigida por William Dieterle en 1936 y protagonizada por Paul Muni, que consiguió con ese papel su único Oscar. Un año después, ambos coincidieron en otro biopic, La vida de Emile Zola, que se hizo con la estatuilla a la mejor película. Curiosamente, el propio Paul Muni, todo un especialista del género, fue objeto de una película biográfica en 1978, una década después de su muerte.
Desde entonces hasta nuestros días, multitud de largometrajes han recreado la trayectoria vital de personajes conocidos, algunos de los cuales gozaron de un gran éxito y conservan un indudable interés. Entre ellas se encuentran películas como El joven Lincoln, de John Ford, Viva Zapata! , de Elia Kazan, El loco del pelo rojo, de Vicente Minelli, El espíritu de Saint Louis, de Billy Wilder, o El orgullo de los Yankees, de Sam Wood. Además, al menos en otras cuatro ocasiones se han hecho con el Oscar a la mejor película: Lawrence de Arabia en 1962, Patton en 1970, Ghandi en 1982 y Amadeus en 1984
Entre los favoritos de Hollywood a la hora de protagonizar biopics se encuentran líderes sociales (Ghandi, Malcolm X), compositores (Mozart, Beethoven), inventores (Edison), escritores (Shakespeare, Hemingway), estrellas del rock (Jerry Lee Lewis, The Doors), políticos (Kennedy, Lincoln), aventureros (Charles Arthur Lindbergh), cineastas (Chaplin, Welles), deportistas (Rubin Carter), pintores (Van Gogh, Francis Bacon), reyes y reinas... Generalmente estas historias tienden a sacrificar la verdad en favor de un tono épico que oculta los aspectos más oscuros de la personalidad de los retratados y enfatiza cómo alcanzaron el éxito a pesar de las dificultades.
Sin embargo, no sólo los personajes admirables atraen la atención del cine estadounidense. También otros muchos cineastas, tanto dentro como fuera de Hollywood, han vuelto sus ojos hacia el lado oscuro del sueño americano y los personajes marginales que lo pueblan. Así, Martin Scorsese se basó en la vida de un mafioso arrepentido para rodar Uno de los nuestros, y en el boxeador Jack LaMotta para Toro salvaje. Por su parte, Tim Burton declaró su amor al cine en la irónica Ed Wood, a través de la biografía del peor director de la historia. Incluso Milos Forman, que ganó el Oscar con Amadeus, en sus últimas películas ha retratado a dos personajes polémicos: el pornógrafo Larry Flint y el cómico Andy Kaufman.
Un género tan desarrollado en el cine estadounidense como el biopic por fuerza ha dado pie a películas que aprovechan sus recursos narrativos para contar historias de ficción. Así sucede, por ejemplo, en Zelig de Woody Allen, en la que se narra la vida de un hombre carente de personalidad que adapta tanto sus ideas como su apariencia a las personas de su entorno. Otro tanto puede decirse del documental La verdadera historia del cine, que indaga sobre la figura del inexistente director neozelandés de la época muda Colin McKenzie. También pueden hallarse recursos propios del género biográfico en otras cintas como Forrest Gump o Velvet Goldmine.
La conclusión es que ya sea retratando a personajes históricos o ficticios, modelos de conducta o criminales incorregibles, resulta indudable que el cine biográfico conserva su vigor en el cine estadounidense actual. De hecho, próximamente llegarán a nuestras pantallas películas sobre Charles Arthur Lindbergh, Dean Martin, Harry Houdini, Elvis Presley, Phil Spector, Robert F. Kennedy o James Dean, entre otros.
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