El viejo rockero
El director norteamericano vuelve a estar de actualidad tras el estreno en nuestro país del remake de El embajador del miedo
David Montero
Pocos realizadores en Hollywood trabajaron tanto y con tanta consistencia, a lo largo de diferentes décadas, como John Frankenheimer. Nacido en Nueva York en febrero de 1930, ejerció de cámara en la filmación de documentales durante la Guerra de Corea, y a su regreso a Estados Unidos consiguió un trabajo de realizador en la entonces incipiente televisión, concretamente en la cadena CBS. Al igual que otros directores de su generación como Sidney Lumet, Frankenheimer se curtió en la dirección con series de televisión en directo, como "Danger", "You Are There", "Playhouse 90" o "Climax!", antes de dar el salto al mundo del cine con The Young Stranger.Sin embargo, su popularidad no llegó hasta principios de los años 60, cuando se hizo famoso por una serie de películas de fuerte trasfondo social y político como El hombre de Alcatraz, El embajador del miedo (ambas de 1962), Siete días de mayo (1964) o Seconds (1966). Colaborador habitual de actores como Burt Lancaster o Frank Sinatra, Frankenheimer obtuvo un merecido prestigio en aquella época, a pesar de lo cual nunca llegó a estar nominado al Oscar.
Su carrera comenzó a decaer a principios de los años 70, debido en parte a sus problemas con la bebida y en parte a su desilusión con la política estadounidense a partir del asesinato de los hermanos Kennedy. Aún así, dirigió películas como French Connection II (1975), secuela de la popular película de William Friedkin, Domingo negro (1977) o Prophecy (1979). En los ochenta se mantuvo el tono gris, con filmes como El Pacto de Berlín (1985) o Cincuenta y dos, vive o muere (1986). Sin embargo, la figura de John Frankenheimer volvió a primer plano a principios de los 90 con la reposición de su película El embajador del miedo, un interesantísimo largometraje que en el momento de su estreno, en 1962, pasó inadvertido por lo espinoso de su asunto. El filme, que trata del magnicidio de un político liberal, se estrenó poco después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, e incluso su protagonista Frank Sinatra presionó para que se mantuviera pocas semanas en cartel.
Tras sustituir al director Richard Stanley durante el rodaje de la desafortunada versión de 1996 de La isla del doctor Moreau, John Frankenheimer había regresado a la primera línea de Hollywood con películas como Ronin (1998) u Operación Reno (2000). Desde entonces, había rodado el drama para televisión "Path to War" y el corto para Internet "Ambush", y preparaba el rodaje de El exorcista el comienzo, una precuela del filme de Friedkin que finalmente se vió obligado a abandonar por problemas de salud que finalizaron con su muerte hace algo más de un año. Sin embargo, la obra de John Frankenheimer sigue más de actualidad que nunca con el estreno del remake de El embajador del miedo, esta vez con Jonathan Demme tras las cámaras y un reparto encabezado por Meryl Streep y Denzel Washington delante de ellas. Definitivamente los viejos rockeros nunca mueren.
| Comparte este texto: