Sin duda, la provocación es uno de los fundamentos de la obra de Neil LaBute. En ella, este mormón practicante se mueve como pez en el agua y obtiene violentas reacciones y resultados ciertamente brillantes. Así sucedió en su debut en el cine, el largometraje En compañía de hombres (1997), que le granjeó casi tantos amigos como enemigos. Más...