La trayectoria ascendente se mantuvo en La bella
y la bestia, un delicado trabajo de animación por el
que el estudio de Mickey Mouse estuvo nominado por primera vez
al Oscar a la mejor película. Un año después
lanzaron Aladdin, una comedia pura que en buena medida
marcó la línea que seguiría el estudio en
años siguientes.
No
obstante, el mayor éxito del estudio estaba aún
por llegar. El rey león consiguió en 1994
atraer a millones de espectadores a las salas, que proporcionaron
a la Disney unos ingresos de más de 770 millones de dólares,
sin contar el mercado videográfico. Además, esta
película marcó un punto de inflexión desde
el punto de vista temático; la Disney trabajaba con un
guión que no estaba basado en un cuento clásico,
sino en la obra El rey Lear, de William Shakespeare.
Tras el éxito de El rey león
la Disney decidió dejar de lado los cuentos de hadas y
ofrecer historias diferentes a una nueva generación de
espectadores. Historias de aventuras, con referencias mitológicas
y una amplia dosis de humor se han convertido en la norma del
estudio, que en los últimos años ha estrenado películas
como Mulan, El jorobado de Notre Dame, Hércules, Tarzán
o, actualmente, Atlantis.
En esta transformación ha tenido sin duda
una gran importancia la aparición de una competencia real;
primero Warner, con Anastasia, y luego Dreamworks han tratado
de poner coto a su dominio, tanto en la animación analógica
como en la digital. En este campo, no obstante, Disney ha cosechado
grandes resultados con películas como las dos partes de
Toy Story, Bichos o la aún inédita
en España Monsters Inc.
Por
otra parte, el imperio de la Disney no se limita ni mucho menos
al cine. Además, cuenta con una importante producción
para televisión y para el mercado videográfico,
grandes beneficios por la venta de productos relacionados con
sus películas y la red de parques temáticos más
importante del mundo, Disneyworld.
Tras una década de éxito, el gran
imperio Disney comienza a dar signos de debilidad. Sus últimas
propuestas no han dado el resultado que se esperaba en taquilla,
hasta el punto de que ha tenido que despedir a parte de su plantilla
de animadores. Al mismo tiempo, la competencia es cada vez más
feroz, y se ha apuntado éxitos como los de Chicken Run,
La ruta hacia El Dorado y Shrek. Una tendencia que
la Disney espera romper con su nuevo estreno, Atlantis.
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