Por
Javier Pulido Samper
La muy prometedora Thora Birch parece encontrarse
a gusto en papeles de adolescente problemática o retorcida. Estos
días podemos verla en la estupenda Ghost World dando la
réplica al mismísimo Steve Buscemi. Aquí, en un nuevo ejemplo
de publicidad engañosa, es la única que consigue mantener el tipo
en esta producción decepcionante hasta decir basta.
Y
es una verdadera lástima porque The Hole parte de un inicio
prometedor: cuatro estudiantes de un colegio inglés pasan un fin
de semana en un bunker abandonado para evitar un viaje de estudios.
Sin embargo, algo sale mal y la estancia se prolonga durante dieciocho
días. Sabemos esta información por la reconstrucción a base de
flash-backs de la única protagonista, Liz, interpretada
por la Birch. Su punto de vista es el único con que cuenta el
espectador para conocer lo que ocurrió durante ese período de
tiempo. Hasta ahí, la película se mantiene en unos niveles más
o menos aceptables, prometiendo una esperanzadora dosis de terror
psicológico a través del mecanismo ya utilizado en Cube de
encerrar a unos personajes al límite en un espacio cerrado para
contemplar sus evoluciones.
Sin embargo, Nick Hamm demuestra bastante más torpeza
que Vincenzo Natali, y si The Hole se desinfla es en parte
por lo estereotipado de sus personajes: el deportista, el rockero,
la fashion-diva y la rarita (¿quién recuerda El club de los
cinco?) y por unos tramposísimos encuadres y movimientos de
cámara modernos porque sí, y que poco o nada aportan al desarrollo
de la historia, rebajándola al pozo sin fondo de las últimas producciones
de terror adolescente.
Si hasta aquí Hamm es capaz de mantener algo de
interés, (que no tensión, esta es prácticamente inexistente durante
toda la película) The Hole sufre un inexplicable cambio
de enfoque a mitad de la trama. El relato de Liz implica a un
compañero suyo, Martín, como responsable directo del encierro
de los jóvenes en el bunker y la película pierde definitivamente
el norte. En primer lugar por el corte narrativo absurdo que implica
abandonar la acción concentrada en el agujero, pero sobre todo
porque la película adopta los ropajes del thriller policiaco de
serie B con psicoanálisis facilón. Pretende The Hole jugar
la baza del falso culpable, presentando las versiones de Martin
y Liz, pero en todo momento el espectador conoce que la auténtica
responsable de lo que pasó en el bunker es ésta. Se trata de un
inserto chapucero que afea del todo la película.
En un más difícil todavía, el personaje interpretado
por Birch se decide finalmente a confesar la auténtica versión
de lo ocurrido: encerró en el bunker a sus compañeros por un asunto
de picores juveniles y despecho. Una última vuelta de tuerca que
no consigue que la película remonte el vuelo en su tramo final.
No resulta ni demasiado escabrosa para provocar repulsión o terror,
ni demasiado convincente por la nula química existente en el grupo,
con unas motivaciones del todo marcianas.
Esta conversión sonrojante de la protagonista en
psicópata desviada con tics a lo Demian es un ejemplo de la inmolación
a la que somete Nick Hamm al material filmado, quemando la torre
de palillos que había construido mezclando retazos de géneros
sin que ninguno se imponga. Al final, The Hole se revela como
un artilugio hueco que provoca la indiferencia puesto que, una
vez desvelado el final, sólo queda la curiosidad malsana por asistir
a las muertes de los huéspedes del hoyo, resueltas por cierto
con mano anémica.
Si The Hole pretendía seguir el camino
iniciado por su director en títulos anteriores abundando en el
análisis de las relaciones humanas falla estrepitosamente, puesto
que la película acaba cayendo en una colección de topicazos y
ramplonerías de cine teen. Falla también como relato de suspense,
puesto que la mezcla de versiones y el cambio constante en la
trama provoca que el espectador no se pueda introducir en la acción
en ningún momento. Como guinda, The Hole sufre
el síndrome del director mediocre en busca del fin ingenioso,
una plaga que parece no tener fin y que sacrifica la coherencia
interna del filme para epatar a toda costa.
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