Sin embargo, esto no pareció desanimar lo
más mínimo a los productores. Desde entonces han
sido muchos los videojuegos que han dado el salto a la gran pantalla.
Las películas a las que han dado lugar pertenecen a los
géneros más diversos, desde la acción (Mortal
Kombat, Street Fighter) hasta la ciencia ficción (Wing
Commander).
Además de en el cine, los videojuegos también
han sido adaptados en numerosas ocasiones como series animadas
de televisión. Concebidas para un público infantil,
muchas de las producciones de Sega y Nintendo han encontrado su
hueco en las parrillas matinales de medio mundo. Así, el
fontanero Mario Mario, el puercoespín Sonic o el orangután
Donkey Kong se asoman con frecuencia a la pequeña pantalla.
En
todo caso, por lo que se vislumbra de momento parece que el futuro
se encuentra en modelos de márketing totales: personajes
que lo mismo aparezcan en videojuegos que en series de televisión,
películas y vídeos a la venta, y que al mismo tiempo,
a ser posible, generen ingentes beneficios por merchandising (peluches,
camisetas y cualquier otro tipo de productos en los que los creativos
puedan pensar).
En ese sentido, el ejemplo paradigmático
es el de los Pokémon. Picachu y sus amigos protagonizan
unos famosísimos videojuegos, una serie de televisión
y pronto se estrenará en España la tercera película
de la serie. También, aunque con un enfoque distinto, está
tendiendo a este modelo la Disney, que desde hace años
cuenta con una división específica, Disney interactive,
para crear los juegos oficiales de las películas que produce.
Aunque, claro, ya son muchas las películas
que siguen el camino contrario y se convierten en videojuegos.
Así ha sucedido recientemente con uno de los mayores éxitos
del cine español, Torrente 2: Misión en Marbella,
que tiene ya un juego electrónico oficial.
Sin embargo, si entre los niños las ficciones
basadas en videojuegos tienen ya una aceptación considerable,
cuando hablamos de públicos algo mayores, la cosa no está
tan clara. Hasta el momento, ninguna película de este tipo
dirigida a los jóvenes había obtenido grandes frutos,
si bien parece que Tomb Raider tiene ya un éxito
muy considerable, al menos en Estados Unidos. Si Final Fantasy
sigue el mismo camino, la industria podría haber encontrado
un importante filón en el mundo de los videojuegos y seguramente
veremos proliferar innumerables películas de este género
en los próximos años.
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