El éxito de Francis Veber tiene pocos antecedentes
en el cine francés. Desde principio de los noventa, con
su magnífica adaptación de La jaula de las locas,
sus películas suelen dar el salto a Hollywood donde se
le considera uno de esos directores infalibles, dueños
del secreto camino hacia el público. Miramax y Disney se
frotan las manos cuando él tiene una idea.La última
fue La Cena de los Idiotas, unos de los mayores éxitos
de la historia del cine galo. Ahora Francis Veber vuelve a las
pantallas con la misma fórmula, pero con película
nueva: Salir del Armario. Con Depardieu, Auteuil, Lhermitte,
Rochefort y Laroque como intérpretes, Veber se dispone a obtener
otro triunfo.
Cinestrenos.com:
¿Cómo surgió la idea de Salir del Armario?
Francis
Veber: Como surgen todas las ideas. Un día, tienes
la impresión de que se te posa algo en el hombro, es completamente
inesperado, no sabes de dónde viene, y resulta ser un tema.
Esta vez, es la historia de un hombre que está a punto
de ser despedido de su empresa y que se cuelga a una etiqueta
que va a cambiar radicalmente la imagen que los demás tienen
de él. Ya toqué ese tema en El Gran Rubio
con un Zapato Negro donde Pierre Richard fingía
ser un espíay veía como su vida zozobraba.
CC: No debió ser fácil hablar
de homosexualidad sin caer en los tópicos habituales y
en todo lo que ya se ha hecho en el cine sobre este tema.
FV:Sobre todo he querido que Francois Pignon,
a quien acusan de homosexual, no intente interpretar al personaje,
es decir, que siga siendo el mismo hombrecillo discreto que ha
sido siempre. De hecho, son los demás los que empiezan
a mirarle de forma diferente. No es una película sobre
la homosexualidad, sino más bien un filme sobre la opinión
que los demás pueden tener de ti, y sobre lo que pueden
hacerte los rumores sin que tú cambies de comportamiento.
CC: Aunque Salir
del Armario es una película muy divertida, tal vez
haya en ella más gravedad que en sus otras películas.
FV: La comedia es un
genero mucho menos ligero de lo que se piensa. Siempre ha habido
una parte de "tragedia" en las películas que
he escrito. ¡No olviden que L´Enmerdeur era
la historia de un asesino y un suicida que se encuentran en la
misma habitación de un hotel! No es una situación
muy ligera que digamos. Y cuando uno piensa en los grandes clásicos
de la comedia, como To be or not to be, que tiene lugar
en el gueto de Varsovia en plena época hitleriana, o en
Les Lumieres de la Ville, que cuenta el encuentro de una
ciega y un vagabundo, no se puede decir que se basen en historias
muy divertidas.
CC: La mirada de los
demás, cómo nos ve la gente, son temas que aparecen
sistemáticamente en sus películas, ¿es algo
que le obsesiona?
FV:
Sí. Vivimos con los demás. Son ellos quienes deciden
quién eres. En último caso, no importa el carácter
que tengas, si te ven de forma diferente, eso puede obligarte
a cambiar de comportamiento o a sentirte forzado y molesto toda
la vida.
CC:Otro tema recurrente
que aparece en todas sus películas es la humillación.
La que provocamos en los demás y también la que
nos hacen sufrir los demás.
FV:Aquí, Francois
Pignon es un personaje al que humillan constantemente. La vida
es una forma de humillación permanente para un hombre.
SI tienes la desgracia de tener un pequeño defecto o impedimento,
se burlan de ti en el colegio, en la mili, en la fábrica,
en el despacho, en todas partes. Esas bromas estúpidas
que colocan a un hombre en una posición de continua degradación
son del género idiota. Tenía ganas de demostrarlo,
de mostrar que los verdaderos idiotas son los que te humillan.
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