Cuando uno piensa en Cuba Gooding Jr. siente
una especie de paz interna y nuestro ánimo se alegra de verle.
Y es que Cuba es un gran tipo, uno de esos que todos querríamos
como amigo o de esos otros con los que desearíamos acudir a
una fiesta porque el aburrimiento no está en su vocabulario.
Su sonrisa es permanente, pero a la vez es sincera.
Cuba
es la clase de actor que no se preocupa por el qué dirán o por
lo que le deparará un futuro siempre incierto en el mundo del
celuloide. Pero esto no es una suposición, nada más lejos de
la realidad, porque si bien hace unos años se apuntaló en la
cresta de la ola con su Óscar por su papel en la película Jerry
Maguire (1.996) de Cameron Crowe, ahora se presenta en España
con un título de pretensiones bien diferentes bajo el brazo:
Ratas a la Carrera de Jerry Zucker, aquel director que
inventó la saga "...como puedas" pilotando un avión.
Para el que aún esté desorientado, este actor
de color es el que al recibir la estatuilla dorada de la Academia
de Hollywood montó un show digno del mejor zoológico mientras
despertaba la ternura y la emoción de millones de espectadores
en todo el planeta, ganándose así el aprecio y, sobre todo,
la simpatía de muchos más.
La pregunta que surge en este momento es cómo
ascendió Cuba desde la papeles secundarios en televisión hasta
sus quince minutos de gloria haciendo callar a la orquesta.
La respuesta es aún más sencilla: "Enséñame la pasta", esta
frase de Jerry Maguire fue la que le lanzó al estrellato;
Cuba era un jugador de fútbol americano en progresión y Tom
Cruise un agente deportivo sin clientes, Tom le pide resultados
y Cuba le responde por teléfono con una especie de rap pidiendo
que le enseñe el dinero, todos en paz. Pues sí, una escena,
una sola escena bien elaborada y... a la fama.
Pero Cuba es mucho más tranquilo, aunque tenga
apariencia de lobo, es una ovejita y aunque el tío Óscar le
haya despejado el camino, no se ha dejado ver por cientos de
filmes para rentabilizar su momento. Sin embargo, quizás tampoco
haya acertado demasiado a la hora de escoger los proyectos,
puede ser porque no ha encontrado la horma de su zapato en los
papeles o porque aún le quedé un poco para explotar. El tiempo
lo dirá.
Pero si Cuba es un gran tipo también es porque
representa un poco al director del hotel que entró como botones.
Hasta que en 1.991 fuese nombrado uno de los doce actores nuevos
más prometedores por el John Willis´ Screen World, este chico
del Bronx, donde nació un 2 de junio de 1.968, ha combatido
en muchas batallas antes de que Rooger Moore le sugiriese como
siguiente James Bond (con permiso del señor Brosnan).
Su leyenda, corta pero intensa, comienza en
1.984, en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de
Los Ángeles, en la que Cuba bailó break-dance. Un año después
empezaron sus apariciones en televisión en la archiconocida
serie "MacGyver". Durante la década de los ochenta
continuó su actividad en la pequeña pantalla en las series "The
Zoo Bronx" y "Mancuso, FBI", trabajos que fue
compaginando con sus primeras apariciones en el mundo del cine.
En 1.988 apareció en el filme Coming to America y, un
año después, en Judgement y en Sing.
Sin
embargo, ha sido la década de los noventa la que le ha visto
subir como la espuma, igual que su salario, porque en 1.991
cobró 32.000 dólares por su papel en Boyz 'N the Hood y
en 1.999 recibió 2´5 millones de dólares por Instinto.
No hay que ser muy listo para darse cuenta que, aunque las películas
no son obras maestras, Cuba Godding Jr. ha sabido moverse para
no perder ni un dólar de esta historia.
En los primeros años de los noventa continuó
compaginando su trabajo en el cine y en la televisión, donde
se le pudo ver "Los Intocables" y en el show de Dennis
Miller. Pero la escalada le iba a llevar a papeles más notables
en la gran pantalla. Cuba se dejó ver en Algunos hombres
buenos (1992), en Gladiator (1992) y en algunos otros
filmes antes de que en 1996 la película Jerry Maguire diese
un vuelco a su vida. Después, todo el mundo le recordará en
Mejor…imposible, en Instinto y en A Murder
of Crows (película que también produjo), o más recientemente
en títulos como Hombres
de honor (en un mano a mano con Robert de Niro) o Pearl
Harbor.
Ahora llega en la faceta que más le gusta (además
de la de marine), hacer reír, algo que parece innato en él y
para lo que su cara desenfadada le da todos los atributos necesarios.
Cuba Godding Jr. también está casado y tiene dos hijos, y si
a esto unimos que parece disfrutar enormemente con su trabajo
(donde le enseñan la pasta), podemos afirmar que es un gran
tipo sí, pero un gran tipo feliz.
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