Las Navidades son la época en la que los
grandes estudios de Hollywood muestran sus apuestas más
fuertes de todo el año, con el fin de llevarse la mayor
porción del suculento pastel del box office de esas
fechas. Películas familiares, llenas de valores tradicionales
y tópicos navideños, llevan cada año a millones
de personas a las salas y de paso enriquecen a los productores
de las películas que salen triunfantes de esta guerra sin
cuartel.
Entre
los principales expertos en las lides navideñas ocupa un
puesto de honor, sin duda, el director y guionista Chris Columbus,
que este año se está apuntando un gran éxito
con Harry Potter y la piedra filosofal. Columbus fue la
opción elegida finalmente por los productores para dirigir
la primera película sobre el héroe creado por la
novelista británica J. K. Rowling, después de que
incluso Steven Spielberg se interesase por el proyecto.
La carrera cinematográfica de Chris Columbus
lleva ligada al cine juvenil y a la época navideña
desde sus orígenes, allá por 1984. Ese año
consiguió vender su primer guión a la industria
de Hollywood, planteado como una visión satírica
del clásico de Frank Capra ¡Qué bello es
vivir! La película en cuestión no era otra que
Gremlins, y fue dirigida por Joe Dante y producida por
Steven Spielberg.
El director de E.T. supo ver en Chris Columbus
su capacidad para conectar con el público joven, y produjo
también sus dos siguientes guiones, Los Goonies,
dirigida por Richard Donner, y El jovencito Sherlock Holmes,
llevada a la pantalla por Barry Levinson.
Tras su exitosa experiencia como guionista, finalmente
se decidió a debutar en la dirección en 1987 con
Aventuras en la gran ciudad, una comedia juvenil en la
línea de sus guiones anteriores, y repetió la experiencia
un año después con Heartbreak hotel, que,
como la primera, pasó sin pena ni gloria por las pantallas
estadounidenses.
La carrera de Chris Columbus no despegó
hasta las Navidades de 1990, año en el que dirigió
la que sigue siendo la comedia más rentable de la historia,
Solo en casa. Con un planteamiento argumental muy simple
(un niño al que se dejan olvidado en casa durante las vacaciones
navideñas) y un guión de John Hughes, la película
se convirtió inesperadamente en uno de los mayores éxitos
de la temporada y convirtió en una estrella al niño
Macaulay Culkin.
Los
tres repitieron dos años después en la secuela Solo
en casa 2: Perdido en Nueva York; sin embargo, entre medio
Chris Columbus consiguió sacar adelante su proyecto más
personal hasta la fecha, Yo, tú y mamá, una
comedia romántica con reminiscencias de Marty protagonizada
por John Candy y Ally Sheedy.
Desde entonces, Chris Columbus ha sabido combinar
melodrama y comedia en diversas películas familiares, desde
el travestismo de Robin Williams en Señora Doubtfire
hasta su robotización en El hombre bicentenario,
pasando por los problemas con la paternidad de Hugh Grant en Nueve
meses y el divorcio de Ed Harris y Susan Sarandon en Quédate
a mi lado. Además, participó como productor
en la comedia navideña protagonizada por Arnold Schwartzenegger
Un papá genial.
Y es que está visto que lo de Chris Columbus
son las Navidades. Este año viene dispuesto a arrasar con
Harry Potter y la piedra filosofal, y ya prepara la segunda
entrega de la serie para el año que viene, en lo que se
promete como una reñida lucha con la trilogía de
El señor
de los anillos. Por el momento, la primera entrega de
las aventuras de este joven mago está batiendo records
de taquilla en Gran Bretaña y Estados Unidos.
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