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Sinopsis
La mayoría de la humanidad ha sido infectada con un virus
psicológico en el plazo de récord de 48 horas. Los
infectados no mueren, aunque se transforman en unos seres salvajes
e inhumanos, que se matan unos a otros sin sentido. Frente a ellos
sólo un puñado de supervivientes tratan de encontrar
una salida, aunque pronto se dan cuenta de que su principal problema
no son los infectados, ni tan siquiera el virus en sí,
sino otros supervivientes.
Comentario
Al igual que ocurre con Quentin Tarantino en Estados Unidos, ni
la crítica ni el público consiguen ponerse de acuerdo
en Gran Bretaña sobre si Danny Boyle es un genio o un simple
fraude. Ahora, Boyle se prepara de nuevo para asaltar el mercado
mundial desde las islas, como ya hiciera en 1996 con Trainspotting,
a la que muchos han calificado como La Naranja Mecánica
de los noventa. Su nueva apuesta es 28 días después,
una cinta de ciencia - ficción, cercana al cine clásico
de zombis, con la que Boyle ha vuelto a dividir a la crítica
británica debido principalmente a la violencia del filme.
Para esta orgía apocalíptica, rodada con un presupuesto
bastante bajo (15 millones de dólares), Boyle se ha decidido
por actores jóvenes, poco reconocidos, con la única
salvedad de Christopher Eccleston, el marido de Nicole Kidman
en Los otros, y Brendan Gleeson (Inteligencia Artificial).
Junto a ellos, los actores británicos Cillian Murphy, Nahomi
Harrys y Megan Burns, completan al grupo de supervivientes que
se enfrentan a los infectados en las desiertas calles londinenses.
Curiosidades
Precisamente vaciar las calles de la City fue uno de los retos
más importantes del equipo de Danny Boyle, que tuvo que
rodar en las horas más tempranas de los días laborables,
antes de que la gente acudiese a trabajar. "Sólo podíamos
rodar unos minutos cada día para estas tomas y siempre
había alguien que se dedicaba a detener a los peatones
que se iban a meter en el plano", explica Boyle.
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