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Sinopsis
Diciembre de 1944. La "guerra total" está totalmente perdida. Goebbels, sin embargo, no está dispuesto a ser derrotado tan fácilmente. Durante el día del año nuevo, el Führer debe reactivar el espíritu de lucha de las masas con un discurso agresivo. El único problema es que el Führer no puede hacerlo. Enfermo y depresivo, evita el contacto con el pueblo. La única persona que ahora le puede ayudar es su antiguo profesor de interpretación, Adolf Grünbaum, un judío.
Comentario
Vivimos tiempos de exorcismo en el cine alemán. Lo que antes era un tabú ahora es una costumbre: la visión crítica del nazismo. Esa visión ha estado formateada como drama crudo en su mayoría. Tendríamos que retrotraernos a la visión satírica del cine estadounidense de los 40, con casos como Ser o no ser o El gran dictador, que fueron capaces de ver el lado cómico del Führer para ridiculizarlo. Mein Führer es una aproximación alemana cómica hacia ese tiempo. La idea del director, Dani Levy (Go for Zucker!), no era presentar una imagen real u objetiva, sino diseccionar el horror de nazismo con un humor subversivo. “Es la historia de un drama humano, la tragedia moral de aquel tiempo –indica el director-. ¿En qué tipo de ambiente histórico crecieron estos líderes y seguidores de nacionalsocialismo? ¿Con qué tipo de valores éticos? ¿Qué mentes planearon estos crímenes, las injusticias y la destrucción de vida humana y cómo fue posible conducir a millones de personas a sobrellevar tal carga?” Helge Schneider tiene su primer papel protagonista como Adolf Hitler, mientras que Ulrich Mühe (La vida de los otros) le secunda en la interpretación como el profesor Adolfo Grünbaum.
Curiosidades
Para el enorme final en Berlín Lustgarten, la plaza delante de la catedral de Berlín fue bloqueada y transformada de nuevo a la era de nacionalsocialismo. El rodaje se mencionó en periódicos de toda Europa y, a la mañana siguiente, los fotógrafos ya estaban colocados en los árboles. “Cuando tienes a Hitler montado en un coche entre una multitud de gente que grita “Heil Hitler“ en una localización tan histórica, no puedes evitar este tipo de atención”, reconoce Levy.
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