Intrigas bélicas y amores difíciles
Por
Alejandro del Pino
En
la II Guerra Mundial, el control de las telecomunicaciones
fue un elemento clave en el desenlace de la contienda. Los
aliados montaron en el Reino Unido una poderosa estación de
espionaje - dotada de la tecnología punta de la época - para
intentar descifrar los mensajes codificados que utilizaban
los nazis. Durante varias décadas, la existencia de esa estación
fue silenciada por las autoridades británicas que nunca reconocieron
públicamente la importante labor desarrollada por las personas
que trabajaron en ella.
A
partir de la novela homónima escrita por Robert Harris, el
realizador Michael Apted (Gorilas en la niebla, Nell)
reconstruye unos de los momentos más dramáticos vividos en
esta estación, cuando los nazis cambiaron repentinamente las
claves del código que utilizaban para realizar sus trasmisiones.
Apted, que ha contado con la estimable colaboración en el
guión del dramaturgo Tom Stoppard, centra su relato en la
figura de Tom Jericho (Dougray Scott), un matemático superdotado
pero muy inseguro que se encuentra atrapado entre su responsabilidad
como líder del equipo encargado de descifrar el nuevo código
que utilizan los alemanes y su atormentada relación con la
enigmática Claire (Saffron Burrows), una trabajadora de la
estación que desaparece justo en el momento en el que las
autoridades comienzan a sospechar que hay un espía infiltrado.
En este punto entra en escena la amiga de Claire,
Hester Wallace (Kate Winslet), una brillante experta en criptología
(obligada a ejercer una labor profesional mucho menos relevante
por ser mujer) que se convierte en la principal aliada de
Tom Jericho.
La
alternancia entre el presente que encarna la figura de Wallace
y el pasado que representa el personaje de Claire (que sólo
aparece como recuerdo a través de una serie de feed-backs)
es uno de los principales aciertos de Enigma, ya que
contribuye a que el film deje de percibirse como un mero relato
de espionaje para convertirse en una propuesta de mayor complejidad
narrativa y calado emocional. Con la ayuda de un guión sólido
y de un reparto sumamente convincente, Michael Apted logra
tejer un vigoroso (y entretenido) ejercicio de sincretismo
fílmico que integra con fluidez un relato romántico e intimista
en una intriga de espionaje a escala planetaria.
No obstante, Apted se muestra demasiado apresurado
en la resolución de las escenas de acción y escasamente sutil
en la construcción de buena parte de los personajes secundarios.
Además, Enigma (film producido por el Rolling Stone,
Mick Jagger) peca de cierta previsibilidad dramática y articula
un discurso tan efectista como superficial sobre temas muy
delicados y complejos (como las matanzas masivas de polacos
por parte de los rusos y el silencio cómplice que mantuvieron
al respecto el resto de los gobiernos aliados).
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