Comedia de guapos
Por
Noelia Benítez
Parece que
a Tom Dey le va bien con las comedias. Después del éxito de taquilla
que ha supuesto Novia por Contrato en EEUU, el director debe
estar ya frotándose las manos con su próximo estreno, The Big House,
en el cual, al parecer, volverá a repetir el mismo formato de comedia
ligera que ya mostró en Showtime
(2002) y en Shanghai Kid: Del este al oeste
(2000).
Novia por
Contrato (Failure to Depart es el título original en inglés)
vuele a tratar el tema de los hijos que nunca se van de casa. De esos
padres que, habiéndose buscado tan pronto la vida, tienen que ver como
su hijo de 35 años continúa postrado en el sofá de casa y espera
a que su madre le prepare el colacao (en el caso americano las
tortitas y huevos) para desayunar. Este es el caso de Tripp (Matthew
McConaughey), quien no parece darse por enterado de las ganas de sus
padres porque abandone el nido. De hecho, no tiene ninguna intención
de cambiarla: le gusta su vida acomodada, y además sus amigos están
igual que él… la situación parece no tener fin. Tanto es así que
los padres se ven obligados a contratar a una novia falsa (Sarah Jessica
Parker) cuya misión será convencerle de su necesidad de independizarse.
Lo que viene
a partir de aquí no es difícil de imaginar: enamoramiento mutuo, un
despliegue de armas de seducción premeditada de la reina de Sexo
en Nueva York y una serie de confusiones y enredos que acabarán
en final feliz.
La película
no aporta nada nuevo, ni al tema (que ya se ha tratado otras muchas
veces en alguna comedia europea con bastante más gracia) ni a los personajes
(bastante arquetípicos). Aunque se puede decir que el reparto es acertado
y quizá ahí esté la clave de su triunfo en las salas norteamericanas.
Son dos actores en pleno apogeo de sus carreras, muy de moda en EEUU
(sobre todo ella) y bastante adecuados para sus respectivos papeles
(al menos más cómodos de ver en este registro que Robert de Niro en
Showtime), que han conseguido la atracción masiva de público.
En cuanto a
lo que a la parte cómica se refiere, el film no acaba de convencer.
Demasiada recurrencia a la repetición de situaciones absurdas que no
terminan de tener gracia. Vuelve, además, a utilizar el tema del reality-show
que ya explotó en su anterior film y que empieza a ser demasiado cotidiano
y familiar como para resultar gracioso.
Con todo, y
aunque el principio crea unas expectativas cómicas que luego no se
cumplen muy bien, resulta una película entretenida y menos empalagosa
de lo que podría esperarse. En resumen, liderazgo absoluto de la pareja
de actores y pocas cosas que destacar; entre ellas, el derroche en estilismo,
bronceado y blanqueamiento dental de los protagonistas…impresionante.
Comparte este texto:

