Johnny Depp
El talento de Mr. Depp
Antonio Ruiz Valdivia -
¿Johnny Depp? ¿Inquieto, excéntrico, rebelde, inconformista? Simplemente,
Johnny Depp. El intérprete, oriundo de Kentucky, huye de las etiquetas, de
la monotonía creativa y coquetea con los destellos dorados de los grandes
estudios con la misma facilidad con la que se integra en los proyectos más
arriesgados y underground. Genio y figura. El que fuera telonero de Iggy Pop
con la banda The Kids, vive su particular belle epoque gracias al
exitazo de taquilla que supuso Piratas del Caribe: La maldición de la perla
negra y el aplauso unánime de la crítica a su trabajo en Descubriendo
Nunca Jamás.
Lejos quedan ya sus primeras intervenciones en el mundo del cine en
producciones como Pesadilla en Elm Street o Private Resort. La
popularidad lo abrazó casi desde su bautizo en el celuloide. En 1986 Oliver
Stone lo reclamó para participar en Platoon y , más tarde, John Waters
contó con él en Cry Baby. Entonces apareció en su carrera el realizador
Tim Burton y de allí a la eternidad. Juntos han rodado Eduardo
Manostijeras, Ed Wood y Sleepy Hollow, y pronto verá a la luz su
particular versión de Charlie y la fábrica de chocolate, uno de los
títulos más esperados del año.
Su carácter camaleónico se hizo patente al combinar sus intervenciones en
filmes como Dead man, a las órdenes de Jim Jarmusch, El sueño de
Arizona o A la hora señalada. Lasse Hallström lo colocó como pieza
angular de su drama intimista ¿A quién ama Gilbert Grape?, donde compartió
cartel con un adolescente Leonardo DiCaprio, y volvió a llamarlo para su
almibarada fábula Chocolat. Su espíritu inquieto le llevó a firmar su
desconcertante ópera prima The Brave, en la que contó con la participación
de Marlon Brando, con quien había trabajado en Don Juan de Marco.
Su incansable búsqueda de papeles intensos le condujo a la cinta de Terry
Gillian Miedo y asco en Las Vegas, todo un canto psicodélico aclamado por
la modernidad cinéfila. El mundo de la droga volvió a estar presente en
otros de sus largometrajes, bajo la dirección de Ted Demme se convirtió en
el traficante George Jung en Blow. El joven rebelde estaba madurando e
inauguró el nuevo siglo persiguiendo a Jack el Destripador en Desde el
Infierno y abarrotando las salas con el blockbuster Piratas del Caribe: la
maldición de la perla negra.
El próximo 27 de febrero Depp podría conseguir su primer Oscar gracias a su
recreación de J. M. Barrie en Descubriendo Nunca Jamás. La cinta opta a
siete galardones de la Academia de Hollywood, incluido el de mejor película.
El biopic del creador de Peter Pan ha sido una de las cintas más laureadas
de la temporada, consiguiendo la máxima distinción del National Board of
Review, y llega dispuesta a arrasar en la taquilla y en los paneles de
crítica de nuestro país. Bienvenido sea el talento de Mr.Depp.
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