Josh Hartnett se enfrenta a los vampiros en 30 días de oscuridad
Las criaturas de la noche campan a sus anchas en un pueblo de Alaska en el que no sale el sol en el invierno
Carlos Leal
De todos es sabido que los vampiros sienten aversión por elementos cotidianos como los crucifijos, los dientes de ajo, los espejos, el agua bendita o la luz del sol. Así que un pueblo en el que en pleno invierno nunca se hace de día –como Barrow, Alaska, la ciudad más septentrional de Estados Unidos–, viene a ser para ellos casi el paraíso. En 30 días de oscuridad, una horda de vampiros ataca un pequeño pueblo indefenso y aislado por la nieve en el que sólo el sheriff y su ayudante parecen dispuestos a hacerles frente.
Basada en una novela gráfica de Steve Niles y Ben Templesmith, 30 días de oscuridad supone el segundo largometraje de David Slade, que el año pasado llevó a nuestras pantallas la interesante Hard Candy. Y aunque en esta ocasión aborda un tema bastante más trillado (el cine de vampiros), las cosas le han ido bien si hacemos caso a la crítica estadounidense. "David Slade no revoluciona el género de vampiros, pero sí consigue que te manches los calzoncillos", escribe Joshua Tyler en Cinemablend. En taquilla tampoco le han ido mal las cosas: desde su estreno en Estados Unidos a mediados de octubre, ha recaudado más de 40 millones de dólares, diez más de los que costó.
Protagonizan la cinta Josh Hartnett (La Dalia Negra), Melissa George (Dark City), Danny Huston (Children of Men) y el prometedor Ben Foster, que también aparece en el esperado western 3:10 to Yuma. En el equipo técnico, destaca la presencia como productor de Sam Raimi, que se interesó por la posibilidad de dirigir el filme en las primeras etapas de su desarrollo.
30 días de oscuridad se estrenará en España en febrero de 2008.
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