Por Manuel Ortega
Jean-Michel Frodon aprovechó durante años el privilegio
de ser el responsable de la sección de cine del diario de Le Monde
para entrevistar todas las navidades a Woody Allen en sus vacaciones
parisienses. Con el lujoso hotel Ritz de la Place Vendome como
escenario, el gran genio, neoyorquino y judío universal, historia
viva del mejor cine norteamericano, adalid de la inteligencia
si pretensión y de la trascendencia sin ínfulas, va desgranando
con contenido entusiasmo sus visiones sobre su película anual
y sobre la evolución de su propia trayectoria en la década de
los noventa.
Frodon sintetiza las 11 (de Alice a La maldición
del escorpión de jade) entrevistas en una única conversación
ficticia que en todo momento parece real, cercana e inmediata.
No acaba ahí el buen criterio del entrevistador agrupándonoslas
en diferentes epígrafes que le acerca al manual de uso. A saber:
la producción, el guión, los temas, la dirección, los actores,
Nueva York, la música y los géneros cinematográficos. Frodon cierra
el libro con unas conclusiones "ad hoc" de todo lo expuesto por
Allen, aportando una visión lúcida, alejada de fáciles papanatismos
culturalistas, muy cercana, en verdad, a la propia obra del creador
de Zelig. Un resumen perfecto de una década, la mejor en mi opinión,
en la que este neurótico de vocación nos ha ofrecido soberanas
obras maestras como Sombras y niebla, Maridos y mujeres, Balas
sobre Broadway o Desmontando a Harry. Una flor llena
de espinas en este desierto de necios y pancistas.
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