Símbolo de Cinestrenos.com

estrenos de cine

Intruders

 Intruders

Primera crónica: de Fresnadillo a Chapero-Jackson

Michel Ocelot, Lucky McKee y Abel Ferrara traen sus últimos trabajos al festival de cine fantástico.

Javier Pulido

Intruders (Juan Carlos Fresnadillo)

Intruders tiene un arranque potente de puro cine fantástico, para después bajar a ras de tierra. Trata de ser una reflexión en clave realista de las raíces del miedo, sus ramificaciones y sus podas en falso. Malea a conciencia la estructura de los cuentos que nos aterrorizaban de niños, en personal versión del hombre del saco, y la conecta con las ansiedades de la edad adulta. Y es que se trata de cine que no esconde su vocación por llegar a la mayor cantidad de público en lugar de convertirse en tótem de los aficionados al cine fantástico. Fresnadillo vuelve a certificar en Intruders su oficio de gran cineasta en la fluidez con la que se mueve la cámara, en el clasicismo de la puesta en escena, en la acertada paleta de colores, en la elegancia con que la música puntea los momentos claves de la trama. Su talento es indiscutible, pero nos convencen menos las trampas de un guión que traza dos historias confluyentes claramente descompensadas. No es que sea un paso en falso de Fresnadillo, es que seguimos teniendo esperanzas ciegas en su trabajo.

Les contes de la nuit (Michel Ocelot)

Con alguna excepción, el uso del 3D en películas de animación ha resultado hasta la fecha decepcionante y plano; una mera excusa para inflar el precio de las entradas. Michel Ocelot sienta aquí un feliz precedente a seguir en Les contes de la nuit, una bellísima colección de cuentos de corte tradicional en la que inserta a figuras silueteadas en negro, a la manera de sombras chinescas, en esmerados fondos en tres dimensiones, ricos en arabescos y detalles. Hombres-lobo de buen corazón, princesas transformadas por una maldición en cuervos y ensoñaciones africanas mecidas al son de un frenético tan-tan son sólo algunas de las poderosas imágenes que salen de la cabeza de los trabajadores del cine nocturno que hace de nexo entre historias de nombres tan líricos como su contenido: La joven cierva y el hijo del arquitecto o El niño que no mentía nunca. Resulta imposible no dejarse llevar por un cine que propone emociones tan puras, que apela a nuestro subconsciente infantil, que invita a vivir, en definitiva, en los cuentos que paladeamos absortos en la gran pantalla.

The woman (Lucky McKee)

Una de las películas más extremas del festival. McKee pervierte la fábula del buen salvaje de Rousseau valiéndose de la historia de una joven salvaje (magnífica Pollyanna McIntosh) que es capturada para educarla en los valores “correctos”. Pero las cosas no son como parecen en el seno de la familia Wasp que mantiene en cautiverio a la muchacha, y bajo el manto de las apariencias se suceden episodios de violencia de género, incestos sugeridos, violaciones y torturas inhumanas. McKee focaliza acertadamente el peso narrativo en el retrato de esta colección disfuncional de deshechos humanos, aportando valiosos apuntes sobre la descomposición de la familia tradicional, la ajada decadencia del Macho Alpha y la decadencia de valores de Occidente. Tan sólo al final, The Woman acaba derivando en las aguas del subgénero del rape & revenge, en un tramo final de pulso magnífico y no apto para estómagos sensibles.

A letter to Momo (Hiroyuki Okiura)

A letter to Momo podría pasar perfectamente por una película de Studio Ghibli. Sin llegar a la excelencia técnica y sabiduría de las cintas firmadas por Hayao Miyazaki, incorpora algunos de las señas de identidad del maestro: la presencia protagónica de una muchacha adolescente e impetuosa, un elenco de villanos que acaban siendo traicionados por su buen corazón y el goce de la naturaleza en contraposición al caos de las grandes ciudades. También la animación primorosamente tradicional y una cierta deuda al arco argumental de Mi vecino Totoro. Tan buenas intenciones se ven en parte lastradas por un desarrollo pesado en la primera hora y un exceso de almíbar que se acaba atragantando. Con todo, el alto contenido emocional de la última cinta de Hiroyuki Okiura acabó provocando una de las mayores ovaciones de esta edición de Sitges y, cuando estamos escribiendo estas líneas, se encuentra entre las favoritas para resultar premiadas.

4:44 Last day on earth (Abel Ferrara)

La somanta de palos que ha recibido el último Ferrara por parte de la prensa nacional con motivo de su pase en el último Festival de Venecia, y el inevitable efecto contagio en parte de los illuminati de la blogosfera, nos ha llevado de cabeza a brindarle una nueva oportunidad al kamikaze del Bronx. Su visión del último día antes del fin del mundo no puede ser más desoladora, nihilista y amargada. La más convincente, por autobiográfica, de las proyectadas en Sitges. Ferrara compone aquí una oda fúnebre a su querida Nueva York sin más elementos narrativos que una pareja de perdedores que apenas sale de su piso. Todo lo demás es doloroso ruido de fondo: las conversaciones con seres queridos a través de Skype (la deshumanización inherente a las nuevas tecnologías), los colocones, los remedios religiosos para el alma, la eco-política de Gore, el ruido de las sirenas en la noche, la violencia del exterior. Un bombardeo de imágenes, casi el reverso en negro de El árbol de la vida, con la que tratan desesperadamente de paliar el miedo a la soledad unos perdedores que se extraviaron en el camino a la redención y que se abrazan muy fuerte es porque ya no queda nada más a lo que aferrarse.

Verbo (Eduardo Chapero-Jackson)

El debut en largo de Eduardo Chapero-Jackson tiene todas las papeletas para ser atizable desde las filas de la crítica más paniaguada: se trata de una historia rimada (al menos en parte) en verso que encierra una filosofía conscientemente naif, vitalista y optimista. Un ajuste de cuentas autobiográfico con el adolescente que fue el mismo director; una declaración de intenciones rabiosamente actual que debería calar bien fuerte en la última generación de chicos desencantados que no se ven reflejados en esas comedias para adolescentes que tratan penosamente de recrear su jerga o en las propuestas más rancias del tan mal llamado cine social. Verbo es una arriesgada propuesta lírica, tremendamente sensible, que fluye limpiamente y anda repleta de trazos de ingenio; que propone un encantador realismo mágico frente a la cotidianeidad gris a base de escapismo graffitero, ingeniosas secuencias animadas y estética steam-punk. La visión más conmovedora y sincera de las angustias de la adolescencia que hemos visto en los últimos años.

Comparte este texto:

Especiales

Festival de Sitges 2011

Este año, el certamen ha armado una programación de lo más completa y sugerente.

Festival de Cine Europeo de Sevilla

Todo el cine del viejo continente se da cita en Sevilla.

Si quieres firmar tu comentario,
haz clic en "Acceder"

Creative Commons 3.0. Algunos derechos reservados

Sobre Cinestrenos.com | Colabora | Contacta