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Sinopsis
Un dia le dejaron, cuando aún no habia llegado al mes, a la puerta de un convento de frailes franciscanos y estos le bautizaron con el nombre de Marcelino. No tenia apellidos, más tarde se supone que sus padres habian muerto y los frailes intentaron buscarle una familia, pero nadie quiso acogerle. En un desván del convento habia una imagen del Crucificado, de la que Marcelino se hizo amigo, hablaba con él, le subia de la pobre cocina lo que podia: pan y vino. El niño tuvo ya sus apellidos: Marcelino Pan y Vino.
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Puntuación |
7,3
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5,9
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