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Sinopsis
Tras fastidiar una importante investigación sobre drogas, dos agentes del FBI, los hermanos Kevin y Marcus Copeland, son degradados al más bajo escalafón de la organización, obligados a encargarse de los peores trabajos. Su oportunidad para desquitarse y demostrar a sus jefes que no son tan torpes como parecen llega pronto, cuando una misión para proteger a dos ricas y pijas herederas adolescentes aparece en el horizonte. Kevin y Marcus tienen entonces una idea brillante: esconderán a las herederas en un lugar seguro y ellos mismos se harán pasar por ellas. Sólo hay tres problemas: no son rubios, no son chicas y para colmo son negros.
Comentario
Tras dar con la gallina de los huevos de oro en la saga Scary Movie, los hermanos Wayans dan el salto a una nueva comedia, esta vez ambientada en el mundo de las “buddy movies”. La fórmula de Dos rubias de pelo en pecho es bien sencilla: ¿cómo se las arreglarían dos tipos negros para meterse en la piel de dos pijas blancas? Con un trasfondo racial evidente, los Wyans sacan a pasear un humor acido y corrosivo que les fue muy bien para conquistar al público estadounidense el pasado verano, pero que no ha funcionado con la crítica, que afiló los lápices y se dispuso a dar caña. Ahí van dos perlas: “Realmente tuve que hacer un esfuerzo de voluntad para no abandonar el cine”; Roger Ebert, Chicago Sun Times. “Algunas películas requieren algo de esfuerzo para comprenderlas, esta lo que requiere es una lobotomía cerebral”; Dave Kehr, New York Times.
Curiosidades
Durante una escena en la que Marcus, disfrazado como una de las hermanas, acude a una cita, éste se muerde una uña escupiéndola después en la bebida de su acompañante. En la siguiente toma ambos tienen sus vasos vacíos.
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