Sinopsis

 Un grupo de submarinistas, encabezado por un padre y un hijo, realizan una expedición subacuática a la cueva más grande e inaccesible del mundo. A causa de una tormenta tropical, se verán obligados a luchar contra multitud de peligros mientras buscan la ruta que les permita escapar y salvar sus vidas.

Comentario

 Como gran amante de las profundidades marinas, no resulta sorprendente la implicación como productor ejecutivo en El santuario de James Cameron, quien además de ser el director de taquillazos como Titanic y Avatar, ha realizado documentales como Misterios del océano y Ghosts of the Abyss (Misterios del Titanic). Aquí apadrina esta historia basada en una expedición real hasta los rincones más remotos del mundo subterráneo. Dirigida por Alister Grierson (Kokoda: Batallón 39), fue rodada en exteriores de Gold Coast, Queensland, y en cuevas de Australia Meridional, así como en los estudios de Village Roadshow, utilizando el sistema de cámaras Fusion 3D Cameron/Pace que se empleó en Avatar. "En lugar de contar exactamente esa historia, nos parecía mucho más emocionante utilizar la esencia de la experiencia. Queríamos examinar qué le sucede a la gente cuando se encuentra en situaciones difíciles, sometida a presiones extremas”, expresa Andrew Wight, uno de los guionistas.

Curiosidades

 Además de recrear una serie de cuevas subterráneas que hicieran creer al público que se encontraban a leguas bajo el agua, se tuvo que crear una enorme cascada. El plató de la cascada medía unos 14 metros de altura, con una cascada de verdad que caía desde arriba. Contaron con una bomba con una capacidad de 20.000 litros de agua por minuto, que creaba una auténtica corriente que parecía muy real, a pesar de estar montado en un plató cerrado.

Enlaces

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