Sinopsis

 El tío Boonmee sufre una insuficiencia renal aguda y decide acabar sus días entre los suyos en el campo. Sorprendentemente, los fantasmas de su mujer fallecida y de su hijo desaparecido se le aparecen y lo toman bajo sus alas. Mientras medita sobre los motivos de su enfermedad, Boonmee atravesará la jungla con su familia hasta llegar a una cueva en la cima de una colina, el lugar de nacimiento de su primera vida.

Comentario

 Llega a nuestros cines la última Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes, que también ha sido la elegida por Tailandia para intentar ir a los Oscar. El film está dirigido por el tailandés Apichatpong Weerasethakul, uno de los favoritos de la crítica más sesuda. Se trata de una película misteriosa y mágica que nos retrotrae a la segunda parte de su película Tropical Malady. El cineasta muestra interés por la transmigración de las almas entre seres humanos, plantas, animales y espíritus, así como por los procesos de destrucción y extinción de las culturas y de las especies. “Muestra la relación entre el ser humano y los animales y al mismo tiempo rompe la barrera que los separa. Cuando el cine representa los hechos, estos se convierten en recuerdos compartidos entre el equipo, el reparto y el público. Una nueva capa simulada de recuerdos se añade a través de la experiencia del espectador”, comenta el director. El film se basa en una novela pero finalmente el tailandés se desprende bastante del relato sobre Boonmee para expresar su propia idea de la encarnación.

Curiosidades

 El director ha reconocido influencias de las series de televisión rodadas en 16mm que veía en la infancia en su país. Eran obras realizadas en estudios con una iluminación intensa y directa. “Les susurraban los diálogos a los actores, que los repetían mecánicamente. Los monstruos siempre estaban en la oscuridad para camuflar sus baratos disfraces. Sus ojos eran luces rojas para que los espectadores pudiesen reparar en ellos”, recuerda Weerasethakul.

Enlaces

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