Sinopsis

 Johnny Blaze se esconde en un lugar remoto del este de Europa, donde lucha por reprimir su maldición. Blaze es reclutado por una secta para enfrentarse al demonio, que quiere apoderarse el cuerpo de su hijo mortal el día de su cumpleaños.

Comentario

 A pesar de las malas críticas, la primera parte de Ghost Rider recaudó lo suficiente como para que Columbia decidiera apostar por una nueva entrega. La franquicia confía en sangre nueva para pilotar la nave. Tras la mala experiencia del guionista y director Mark Steven Johnson (Daredevil), los productores le dieron el bastón de mando a Mark Neveldine y Brian Taylor, que han obtenido el apoyo del público con Crank: Veneno en la sangre y Gamer. El guión, que se basa en los comics de la Marvel, en esta ocasión lo escriben Scott M. Gimple & Seth Hoffman y David S. Goyer. La libertad con la que contaron los cineastas ha llevado al proyecto a un punto más salvaje y rompedor. "Sólo había una cosa que queríamos mantener de la primera película: a Nicolas Cage. Quisimos cambiar todo lo demás: su imagen, su vestuario, su moto. Queríamos incendiar almas y arrastrarlas al infierno. Lo que buscábamos era una atmósfera, una emoción, una estética, vamos, todo lo necesario para hacer de él el perfecto macarra", apunta Brian Taylor. En esta ocasión, junto a Nicolas Cage no veremos a Eva Mendes, que rechazó repetir su personaje. La película, que ha sido convertida a 3D en postproducción, se rodó en Rumanía y Turquía.

Curiosidades

 Los realizadores escogieron la Yamaha V-Max como la icónica motocicleta de Johnny Blaze. "Cuando tienes que conducir una motocicleta chopper con una horquilla alargada y un manillar más estrecho es casi imposible maniobrar y cuando te observan tres centenares de personas, no quieres cometer error alguno. La V-Max me solucionó el problema", apunta Cage. Utilizaron otra motocicleta, la Hell Cycle, cuando el personaje se convierte en Ghost Rider.

Enlaces

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