Un virus mortal se ha extendido por la Tierra. Cuatro jóvenes se dirigen a una apartada playa del Golfo de México para refugiarse hasta que pase la epidemia. Cuando su coche se estropee en una aislada carretera, empezará una desesperada huida en la que se enfrentarán a infectados, médicos homicidas y enloquecidos supervivientes.
Comentario
Uno de los fenómenos más interesantes de nuestra cinematografía es la cada vez más frecuente fuga de directores talentosos españoles a Estados Unidos a realizar proyectos allí. Lo ha hecho Juan Carlos Fresnadillo y lo están haciendo, entre otros, Bayona, Vigalondo y Berdejo. Los hermanos Álex y David Pastor llamaron la atención, sobre todo, con su corto La ruta natural, que ganó en Sundance la competición a Mejor Corto Internacional en 2006, y que también fue nominado a los Goya. Sin embargo, para su ópera prima en el largo, les hicieron mucho más caso las productoras americanas que las españolas. Infectados es un historia apocalíptica con influencias como Mad Max o El tiempo del lobo y que fue inspirada por la gripe aviar. A pesar de ello, no se da mucha información sobre la pandemia, sino que se pretende enfocar en el drama humano e introducir en él elementos terroríficos que le den más profundidad a un mundo vacío y sin ley. "No se trata de analizar el desastre en sí, sino en ver cómo afecta a las vidas de las personas y en cómo se comportan en las situaciones extremas que se presentan a causa del desastre”, apunta David Pastor. La cinta, una producción de bajo presupuesto (9 millones de dólares) de Paramount Vantage, tiene algunos actores conocidos como Chris Pine (Star Trek) y Piper Perabo (El bar Coyote). El estreno del film, que se retrasó para aprovechar una mayor popularidad de Pine tras la obra de J.J. Abrams, tiene un perfecto timing, dada la actual situación con la gripe A.
Curiosidades
El final que aparece en la película no es el que querían los hermanos cineastas. Uno de los precios de ir a Estados Unidos es perder el control del montaje final. Los productores no quisieron arriesgar con un final que polarizaba a la gente, y se obligó a utilizar el final más complaciente.