St. Trinian's, la famosa escuela para “señoritas”, se enfrenta de nuevo a una crisis económica. El banco amenaza a la directora, Camilla Fritton, con clausurar el centro. Mientras, su poco ortodoxa doctrina de libre expresión y enriquecimiento personal también se encuentra en peligro por el nombramiento del nuevo ministro de Educación, Geoffrey Thwaites. Aunque fue un antiguo amor de Camilla, en la actualidad el político está decidido a llevar la disciplina y el orden a la anárquica academia. Pero las chicas de St. Trinian's juegan en su propia liga; son listas, no le temen a nada y están dispuestas a defender la escuela que aman a muerte. Los clanes de chicas que hasta ahora estaban enfrentados deberán unirse y conseguir dinero rápido.
Comentario
En el año 2002, los directores Oliver Parker y Barnaby Thompson y los actores Rupert Everett y Colin Firth trabajaron juntos en La importancia de llamarse Ernesto, de Ealing Studios. Unos años después los cuatro decidieron volver a reunirse para hacer una actualización de las historias del internado St. Trinian, cuyo origen tiene que ver con el dibujante Ronald Searle, y que dio lugar a varias películas en los años 50. "Era importante que la nueva generación de chicas de St. Trinian's no solamente demostrara la anarquía e independencia de la antigua, sino que además fueran mujeres fuertes y con poder que hicieran honor a sus orígenes", afirma el guionista Nick Moorcroft. La inspiración principal para hacer esta nueva versión ha sido la de los dibujos de Searle, con sus fondos góticos y su aire anárquico. El que más entusiasmado estaba con la película era Rupert Everett, que siempre había querido hacer un film donde tuviera varios papeles, como seguidor de las comedias de la Ealing y con Ocho sentencias de muerte como referente. Además de Everett y Firth, destacan las interpretaciones del cómico Russell Brand, Caterina Murino (Casino Royale), Stephen Fry (Wilde) y Mischa Barton (‘The O.C.’).
Curiosidades
El cuadro que roban las chicas es el de ‘La joven de la perla’ de Vermeer, que dio origen a la película homónima del 2003 dirigida por Peter Webber y protagonizada por Scarlet Johansson. Colin Firth encarnó al pintor en dicha película.