Fausta padece de ‘teta asustada’, una enfermedad que se transmite por la leche materna de mujeres maltratadas durante la época del terrorismo en el Perú. Los infectados nacen sin alma, porque del susto se escondió en la tierra, y cargan un terror atávico que les aísla por completo. Pero Fausta esconde algo más, guarda un secreto que no quiere revelar, hasta que la súbita muerte de su madre desencadenará hechos inesperados que transformarán su vida y la de otros.
Comentario
El cine peruano es uno de las cinematografía sudamericanas más desconocidas en Europa. De hecho, La teta asustada es una producción financiada en un 80% por España (Wanda Vision y Oberón). Se trata de la segunda película de la cineasta peruana afincada en Barcelona Claudia Llosa. La directora ha recibido un gran apoyo al haber sido seleccionada a competir por el Oso de Oro de Berlín. La cinta, que tiene un fuerte elemento musical, propone ser críticos con nosotros mismos, con nuestros mecanismos de defensa y estar dispuestos a enfrentarse a las heridas sanarlas. “Esta es una película difícil que empieza con un conflicto externo muy fuerte que incomodar al espectador, pero en la medida que va avanzando muestra siempre como una esperanza, como un sentimiento positivo, que para mí es como me siento ahora”, señala Llosa. Rodada en Lima, está interpretada por la peruana Magaly Solier, que también fue la actriz principal en su ópera prima Madeinusa.
Curiosidades
La teta asustada ha sido la única película “española” en competición en Berlín. Otra coproducción, en este caso con Argentina (El niño pez de Lucía Puenzo) fue nuestra única representación en la sección Panorama.