Una mañana de otoño, en el recodo de un camino, una niña percibe a un zorro. La visión le fascina y, dejando atrás todos sus miedos, va a su encuentro. Por un instante, las barreras que separan a la niña del animal desaparecen. Así comienza el relato de una amistad asombrosa. Gracias al zorro, la niña descubre un entorno salvaje y secreto. Y empieza una aventura que cambiará su vida, su visión del mundo y también la nuestra…
Comentario
La sensibilización por la naturaleza y el medio ambiente es algo que, al menos por el volumen de títulos en las salas de cine, es patente que está creciendo. El director Luc Jacquet ya tiene experiencia en este campo, pues su último trabajo fue el famoso El viaje del emperador, ese seguimiento documental de los pingüinos en el Polo Norte por el que recibió un Oscar en 2006. La idea para este proyecto, cuyo guión fue escrito bastante antes, tiene que ver con asombrar al público con paisajes más accesibles y cotidianos, no tan lejanos y mágicos como el que se crea con icebergs. El director se basa en una experiencia autobiográfica y, con una historia especialmente seductora para los pequeños, nos pone del lado de una niña que busca la amistad de un zorro que vive en un bosque y cuya relación, al no haber diálogos, está también ayudada por una banda sonora con diferentes partituras para cada personaje. El amor por los animales que se respira conduce también a la producción a mostrar erizos, ciervos, ranas, mofetas, águilas o lobos. La cinta, que mantiene esa mezcla entre ficción y documental, se ha estrenado en la mayor parte de Europa a finales de 2007 y principios de 2008 con una satisfacción menor de crítica y público respecto al éxito de su anterior obra.
Curiosidades
El plano de la salida del sol que aparece en los créditos tardó en rodarse 5 días.