Julia se despierta en su apartamento, rodeada de los cuerpos de Ramiro y Nahuel cubiertos de sangre. Ramiro está vivo todavía. Los dos han sido, a la vez y de manera oculta, amantes de Julia, y uno de ellos la ha dejado embarazada. Envían a Julia a una prisión para mujeres, con otras reclusas, madres o embarazadas. Allí, pasará los primeros días absorta y apartada. Odia ser madre en esas condiciones. Nace su hijo. Criar a un niño en la cárcel es una carga complicada. Todo sucedió en contra de su voluntad. Pero Julia cada día tiene más claro que su hijo es lo único valioso que le queda. Julia irá a visitar a Ramiro a la prisión para hombres. Lo sucedido en la noche del crimen les sigue pareciendo confuso, tanto como lo que sienten el uno por el otro.
Comentario
Cada año suele haber alguna película sudamericana que sobrepasa sus fronteras, llama la atención en festivales y consigue estrenarse con éxito internacionalmente. Leonera es una de las aspirantes del 2008 y de hecho ha sido elegida por Argentina para optar a la nominación a Mejor Película de Habla no Inglesa de los próximos Oscar. La película del argentino Pablo Trapero ya ha conseguido lo primero, desde que aunara una buena acogida en Cannes hasta hace bien poco, cuando se labró buenas críticas en la sección Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián. La idea del argumento surgió al nacer el hijo del director que tuvo con la actriz protagonista de Leonera, Martina Guzman -y con la que ya coincidió en Nacido y Criado-. Según palabras del director, este drama carcelario en realidad trata “sobre la maternidad y el amor”. La conmoción de su experiencia personal le hizo tomar una perspectiva diferente para esta su quinta película. El creador de El bonaerense filmó la acción en dos centros penitenciarios reales y contó 50 reclusas de verdad para que hicieran de extras. Otras interpretaciones de interés en el filme vienen firmadas por Elli Medeiros, Rodrigo Santero y Laura García.
Curiosidades
La actriz Martina Guzmán dedicó más de un año a la investigación y preparación de su papel. El director también hizo un meticuloso trabajo de preparación, con visitas a centros penitenciarios, charlas con presos, y gente especializada en el tema. De hecho, Trapero ha realizado un documental sobre las cárceles.