Un verano en la Provenza (2007) - ficha en Cinestrenos.com

Sinopsis

Es verano y Antoine debe dejar la ciudad para ayudar a su madre en la tienda de ultramarinos que tiene en un pueblo del sur de Francia. Su padre, enfermo, no puede continuar conduciendo el camión que abastece las aldeas aisladas. Antoine descubre, entonces, el encanto de estos últimos habitantes: testarudos, divertidos, vividores, a veces tiñosos… Antoine va a reencontrarse con el país de su infancia, con la alegría de vivir y puede ser que con el amor.

Comentario

Eric Guirado es un cineasta francés que, a pesar de afrontar ahora su segundo largo de ficción, lleva 14 años en el cine, después de dedicarse a hacer varios cortos y algunos documentales. Estos documentales se han centrado especialmente en el ámbito rural, sobre todo del sur de Francia, y es notorio que este acercamiento inunda también su trabajo de ficción. Un verano en la Provenza es una película donde el protagonista, a modo de hijo pródigo, vuelve de la ciudad al hogar de su padre y se reencuentra con el pasado, en un entorno donde nostalgia y amor se entrecruzan. En su periplo junto a su padre, que abastece de comida a los habitantes de la zona, conocemos a muchos personajes que están interpretados en su mayor parte por actores no profesionales que el director conoció cuando visitó la zona para escribir el guión y buscar localizaciones. “La película ha llevado mucho tiempo en hacerse porque no conseguíamos el dinero, así que dejé de escribir y volví al campo para refrescar la memoria. Pensé ‘volvamos a la realidad, porque estoy seguro de que algo falla’. Pasé mucho tiempo con esta gente y volví con un punto de vista diferente. Era más consciente de los detalles, de la psicología y de cómo lleva tiempo forjar una relación entre estas personas”, apunta Guirado. El personaje principal, Antoine, lo interpreta Nicolas Cazalé, conocido en España por su papel en Caótica Ana, y junto a Antoine encontramos a sus padres, interpretados por Daniel Duval (El tiempo del lobo) y Jeanne Goupil (La carnaza), y al interés romántico que encarna la joven Clotilde Hesme (Los amantes regulares).