El 26 de octubre de 1965, una chica de 16 años llamada Sylvia Likens fue encontrada en una casa de las afueras de Indianápolis, Indiana. Habían abusado de ella en un mugriento sótano. Los responsables del maltrato fueron un grupo de adolescentes liderado por una mujer llamada Gertrude Baniszewski, a quien los padres de Sylvia le habían confiado cuidar a la muchacha. Entre los vejadores de Sylvia figuraban algunos de los numerosos hijos de Gertrude, así como otros niños que vivían cerca. Muchos adultos sabían lo que estaba sucediendo, pero nadie hizo nada para ayudar a Sylvia. Cuando se hicieron públicos los escalofriantes hechos de tal vicioso crimen, el país enteró quedó horrorizado.
Comentario
Basada en una historia verdadera que ocurrió a mediados de los 60 en Indiana, An American Crime aborda un tema del que rara vez se habla en el cine estadounidense: los abusos a niños. El film que dirige Tommy O´Haver pretende sortear la condición de tabú y diseccionarlo con rigurosidad, de tal manera que, para la realización del guión –que corre a cargo del propio O´Haver y Irene Turner-, se usaron las transcripciones de los juicios del caso. Precisamente por la dureza del contenido, hubo gente del equipo que dudó incluso de participar. “Cuando me llegó el guión, le dije a Tommy que no lo quería hacer, que era terrible”, reconoce Catherine Keener (Capote), que finalmente recapacitó y se metió en el personaje. La otra gran protagonista de la película es la joven actriz canadiense Ellen Page, quien a pesar de su bisoñez, ya tiene experiencia en papeles de fuerte contenido, como recordarán los que han visto Hard Candy. La película se proyectó por primera vez en el Festival de Sundance de 2007, donde centró muchas miradas, entre otras cosas, debido a que un hombre se desmayó en uno de los pases (aunque parece ser que fue por su condición de diabético y no por las imágenes). Otros actores que aparecen en la cinta son James Franco, Bradley Whitford, Ari Graynor, Nick Searcy, Romy Rosemont y Evan Peters.
Curiosidades
La película se rodó en orden cronológico para que los actores pudieran experimentar el proceso que pasaron las personas reales.