El baile de graduación del instituto es una noche que nadie olvida, especialmente Donna Keppel. Mientras se prepara para la experiencia más memorable del instituto, Donna no sabe que el psicópata que mató cuchillo en mano a toda su familia se ha escapado de la cárcel y está volviendo a buscarla para terminar lo que empezó. Donna y sus amigos serán atacados por este sanguinario demente que no dejará que nada se interponga entre él y su víctima elegida.
Comentario
El cine hollywoodiense tiene una querencia especial por el remake, pero si hay un género donde esta circunstancia se hace más aguda es en las películas de terror. Una noche para morir es un remake de una película menor de 1980 de la entonces reina del grito Jaime Lee Curtis, la canadiense Prom Night. Llamadas del terror. Los productores Marc Forby y Neal H. Moritz, conocidos por apadrinar la saga Sé Lo Que Hicisteis..., pensaron en un guión que se centrase más en el suspense, con el tono gore significativamente atenuado. “En la era posterior a Saw, ya hemos ido todo lo lejos que se podía en cuanto a violencia en la pantalla –apunta Forby-. Quisimos volver al clásico thriller de instituto, en el que el miedo viene más de ‘¿Dónde está el malo ahora? ¿Está allí? ¿Está detrás de ella?’”. El guión de la adaptación corrió a cargo de J. S. Cardone, guionista de La alianza del mal (The Covenant), y su puesta a punto para la pantalla se entregó a Nelson McCormick, que viene de una larga carrera en televisión y que ha reconocido influencias de películas como Halloween, Viernes 13, o Defensa – Deliverance. La producción, por parte de la división de terror de Sony (Screen Gems), ha hecho que en Estados Unidos la crítica la haya vapuleado y que el público, aunque haya acudido razonablemente a las salas (lleva 40 millones de dólares), tampoco la haya valorado bien.
Curiosidades
Los asesinos reales Hinckley, Jr. (el acosador de Jodie Foster que intentó matar a Reagan), Mark David Chapman (el asesino de John Lennon) y Ted Bundy (el famoso asesino en serie de alrededor de 100 personas) sirvieron de modelos para el malo de Una noche para morir.