Bajo la estatua del Buda que destruyeron los talibanes aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, es incitada a ir a la escuela por el hijo de sus vecinos, que lee los alfabetos frente a su cueva. De camino a la escuela, es acosada por unos niños que juegan de forma cruel reflejando la sociedad tan violenta que los envuelve.
Comentario
Hana Makhmalbaf ya se ha hecho un nombre en el mundo del cine y sólo tiene 18 años. Su fama viene, por supuesto, en gran parte por la última incorporación de la familia Makhmalbaf al séptimo arte. Su hermana mayor, Samira, (La pizarra), su madre, Marziyeh Meshkini (Stray Dogs) y su padre, Mohsen Makhmalbaf (Kandahar) le han abierto el camino pero hay que señalar que la chica desde una precoz edad haciéndose un hueco. Esta cinta, muy valorada en certámenes españoles –Premio Especial del Jurado en San Sebastián y Gran Premio del Jurado en Zinemaldia-, es una parábola ambientada la región afgana de Bamiyán, donde los talibanes volaron dos gigantescas estatuas de Buda. “Es una historia que habla de la inocencia, el poder y la muerte –señala la directora-. Toda la sociedad está reflejada en esta película”, En este su primer largometraje de ficción, la cineasta decidió apostar, como sus parientes, por actores no profesionales para darle mayor veracidad a la historia.
Curiosidades
Hana Makhmalbaf hizo su primer corto a los ocho años y fue proyectado en el prestigioso Festival de Locarno. A los quince realizó su primer documental, seleccionado para la Mostra de Venecia, donde no se proyectó porque el film estaba pendiente de la calificación por edades.