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Sinopsis
Aquí me quedo... o de la dificultad de deshacerse de un marido que se niega a abandonar el domicilio conyugal. En esas se encuentra Marie-Do, ante la increíble obstinación de Bertrand, su esposo, testarudo, desde luego, pero lo suficientemente listo como para saber que no hay ley que pueda obligar a un cónyuge a abandonar el domicilio conyugal contra su voluntad. Gracias a Antoine, un amante fascinante aunque algo despistante, Marie-Do acaba de descubrir una libertad de vivir insospechada. Hasta entonces Marie-Do había sido buenecita, demasiado incluso. Por su parte, encerrado en sus manías (come sólo cordero, bebe sólo Burdeos y escucha incansablemente Jacques Brel) Bertrand no las ha visto venir. Es un tipo cuadrado, ingeniero, serio. Lo menos preparado del mundo para entender los vericuetos de la mentalidad femenina. La explosión de hartura de Marie-Do se le viene encima como una ola gigante. Le coge totalmente por sorpresa, por lo que decide convertirse en ostra y agarrarse desesperadamente a las rocas para que no le arrastre el agua. Y ahí se queda, despertando con ello la simpatía de Antoine...
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Puntuación |
5
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5,1
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