|
Sinopsis
Henry vuelve a la granja familiar sin saber que está pasando algo terrible a causa del programa de ingeniería genética en el que su imprudente hermano trabaja: intenta crear la "oveja perfecta". Cuando un grupo de activistas medioambientales dejan en libertad a un cordero mutante, miles de ovejas se convierten en depredadores sedientos de sangre.
Comentario
Las tierras neozelandesas dan mucho de sí para el cine. Además de ser pasto de las cámaras de Peter Jackson y su equipo ‘anillero’, Nueva Zelanda ofrece la posibilidad de historias más íntimas pero igualmente fantasiosas. Ovejas asesinas, rodada en seis granjas ubicadas a lo largo de la espectacular costa meridional, desde Wellington hasta Wairarapa, juega con la imagen tópica que el mundo tiene del país -el paisaje y las ovejas- para plantear una confrontación entre la ciencia y la naturaleza. En la que es la primera película del director Jonathan King, el cineasta ha optado por un estilo irreverente donde el gore se torna divertido, a semejanza de películas que el neozelandés reconoce tener como referencia: Posesión infernal de Sam Raimi y Mal gusto de su compatriota Peter Jackson. “Era emocionante descubrir cuán fácil se podían transformar las ovejas en monstruos simplemente explotando sus características esenciales. De hecho, se trata de animales poderosos, con afiladas pezuñas, largos dientes, y ojos de lagarto negros como el abismo. Sólo era cuestión de un poco de imaginación ver una oveja como un animal aterrador y peligroso”, asegura King.
Curiosidades
El film cuenta con el equipo de efectos especiales Weta Workshop (El señor de los anillos ) y con los adiestradores de animales que trabajaron las ovejas de Babe, el cerdito valiente.
|
Si
quieres firmar tu comentario,
haz clic en "Acceder" |