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Sinopsis
El día que la camarera Betty cumple 30 años, su marido es asesinado por unos matones que creen que ha robado un cargamento de droga. Asustada, huye en un coche que contiene la droga desaparecida y decide viajar a Los Ángeles para conocer al protagonista de su culebrón favorito mientras dos matones le pisan los talones.
Comentario
Después de sorprender a medio mundo con la interesante Amigos y vecinos, el director Neil LaBute regresa con Persiguiendo a Betty, una comedia con forma de road movie que basa su fuerza dramática en el conflicto entre la ficción y realidad y que se alzó con el premio al mejor guión en el pasado Festival de Cannes. Betty, atrapada en una vida que no merece la pena vivirse, tiene como única vía de escape su culebrón favorito, "Una razón para amar", y cuando su marido es asesinado se decanta por la ficción antes que la realidad y corre a reunirse con el personaje del médico que protagoniza la serie. Mientras, Charlie la persigue para asesinarla, pero a fuerza de mirar su foto sonriente se convence de que es la misma encarnación de la inocencia que él ha perdido. Semejante trama siempre al borde del ridículo se sostiene en equilibrio en gran medida por la buena interpretación de la pareja protagonista: Renée Zellweger (Jerry Maguire) y el siempre magistral Morgan Freeman. El buen tono se extiende también a unos actores secundarios de primera fila, entre los que destacan el cómico Chris Rock como un asesino joven e impulsivo y Greg Kinnear (Mejor... imposible) como el médico del culebrón. El director Neil LaBute abandona en parte el cinismo que caracterizó sus primeros trabajos pero en ningún momento se deja arrastrar por la sentimentalidad excesiva y consigue cerrar con brillantez una película que, desde su violento y explícito principio, camina con soltura al borde del abismo.
Curiosidades
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