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Sinopsis
Mientras rueda Nosferatu, una sinfonía del horror, F. W. Murnau está obsesionado por conseguir las interpretaciones más realistas. Por eso contrata a Max Schreck, un vampiro auténtico, para el papel protagonista.
Comentario
Como dice el crítico estadounidense Roger Ebert, cuando se ve el clásico de Murnau Nosferatu, una sinfonía del horror, es mucho más fácil creer que Max Schreck era un vampiro de verdad que un actor normal y corriente. Algo así debió pensar Steven Katz al escribir el ingenioso guión de La sombra del vampiro. Mas allá del homenaje al expresionismo alemán, completamente olvidado en Hollywood salvo quizá por Woody Allen en Sombras y niebla, la película vuela a sus anchas a medio camino entre el horror, el drama y la comedia. Y plantea un tema universal y de indudable calado: ¿hasta qué punto puede el arte justificar comportamientos morales?
Curiosidades
Al principio de la película, esto es, en 1921, alguien compara a Murnau con Griffith y Eisenstein. Esto es virtualmente imposible, por cuanto que la primera película de Eisenstein, La huelga, es de 1923.
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