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Sinopsis
Alexander y su hijo pequeño, acabado de operar de garganta, están en el campo regando un árbol seco. Aparece Otto el cartero en bicicleta y entabla conversión con él, sobre el sentido de la existencia humana y otras temas filosóficos. Alexander es un hombre sin fe, falto de espiritualidad, a pesar de haber estudiado teología, estética y filosofía. Alexander y el niño llegan a casa, donde les reciben Adelaide, mujer de Alexander, Julia, su hija mayor, Victor, el médico que ha operado al niño, y Marta y María, las criadas de la casa. Esa noche Otto vuelve a reunirse con Alexander para conversar sobre historia. Sin embargo, por la televisión dan una noticia que les deja conmovidos: ha estallado un conflicto nuclear. Adelaide es presa de los nervios y Victor debe ponerle una inyección. Otto confiesa a Alexander que María, la criada, es más de lo que aparenta y tiene poderes mágicos. Ante sorpresa de Alexander, el cartero le manifiesta que si se acuesta con ella, salvará con ello a toda la humanidad del desastre nuclear. Alexander reza para que sus pecados sean perdonados, mientras tiene extrañas visiones de un mundo corrompido al borde de la hecatombe y del desastre. Una noche, haciendo caso a Otto, va a ver a María. Los dos entran en contacto físico y espiritual. A la mañana siguiente, cuando regresa a casa, observa que ya nadie habla de la guerra y parece que el conflicto nunca hubiese sucedido. Alexander ha alcanzado un estado mental superior a través de una revelación divina y ya no puede comunicarse con nadie, y decide incendiar la casa porque representa su pasado. Es tomado por loco y quieren encerrarlo en un manicomio.
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