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Sinopsis
Luna es hija de un jugador de póquer y pulula desde cría por los garitos clandestinos. A los treinta años se gana la vida de la única manera que saba: jugando a las cartas. Su talento natural la ha llevado hasta lo más alto de una profesión dominada por los hombres en la que se siente, sin embargo, elegida por los naipes.
Comentario
Mucho tiempo ha pasado ya desde que Mónica Laguna presentase su primer largometraje, Tengo una casa (1995), protagonizado por Silke, que obtuvo un moderado éxito de crítica y una buena acogida entre el público. Desde entonces nada hemos sabido de la realizadora madrileña que se ha dedicado durante años, con tesón y paciencia infinitas, a fatigar productoras para sacar adelante este guión. Como ella misma advierte con alivio, al final, "gracias a Dios y a Andrés Vicente Gómez" podemos hoy disfrutar del filme. La película retrata el sórdido mundo de los jugadores de póquer, de las timbas nocturnas, con duros apostantes dispuestos a todo. Interpretando a la más experta jugadora encontramos a Ana Torrent (Tesis), acompañada en esta ocasión de Ernesto Alterio y Carlos Kaniowsky. En palabras de su directora, Juego de Luna es un filme sobre "la libertad para elegir lo que quieres hacer con tu vida, algo que tiene que ver con el corazón y el instinto. Elegir implica mucha valentía". La película pasó por el Festival de Cine Español de Málaga.
Curiosidades
Ya sabemos que, muchas veces, los actores, en su afán de prepararse bien para un papel, exploran los ambientes en los que se mueven sus personajes. En esta ocasión, fue la directora Mónica Laguna quien se introdujo en las timbas de póquer para documentarse de cara al guión de la película. A pesar de algunos inconvenientes, la experiencia fue positiva: "debí fumarme pasivamenta más de doscientos cartones de tabaco, pero siempre me daban de cenar y comía mejor que en mi propia casa", afirma la realizadora.
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Puntuación |
6,9
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5,6
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