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Sinopsis
Cosas que no se olvidan se divide en dos partes, ficción y
no ficción. La primera narra la historia de una joven brillante que abandona
a su novio, que es paralítico cerebral, para acostarse con su profesor
de escritura creativa, un afroamericano que insiste en que le llame "negro"
durante el acto sexual. En la segunda, un vendedor de zapatos fracasado trata
de sacar adelante un documental sobre la vida en el instituto de un joven problemático.
Comentario
El director estadounidense Todd Solondz se hizo internacionalmente conocido
con las comedias crueles Happiness y Bienvenidos a la casa de muñecas,
en las que se reveló una voz irónica y muy crítica con
la sociedad norteamericana.Ahora, más de dos años después
de su estreno internacional llega a nuestras pantallas Cosas que no se olvidan,
que se ha proyectado entre otros en los festivales de Cannes, San Sebastián
y Nueva York. "Ciertamente, mis filmes son comedias", explica el director,
pero muy tristes y dolorosas. Hay espectadores que se limitan a reír
y reír, como si todo fuese un chiste, pero para mí se trata de
algo serio, con gravedad moral". Protagonizan la cinta los jóvenes
Mark Webber (Silencio roto) y Selma Blair (La cosa
más dulce), a los que acompañan intérpretes más
veteranos como Paul Giamatti o John Goodman.
Curiosidades
Uno de los aspectos más comentados sobre la producción del filme
fue la imposición del estudio de que se tapara la relación sexual
entre una joven y su profesor con una enorme caja roja, con el fin de evitar
una calificación moral restrictiva. No obstante, Todd Solondz prefiere
tomárselo con filosofía: "en realidad para mí es una
victoria, porque no soy capaz de recordar otra película en la que aparezca
una caja tan grande de color rojo soviético", bromea. Quien no se
consuela es porque no quiere.
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