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Sinopsis
Jimmy es un empresario joven que invierte en la reconstrucción de una vieja locomotora del año 1912 para venderla a un productor de cine norteamericano. Enterados de ello, un grupo de viejos soñadores con un ferroviario vasco y mitómano, un profesor jubilado y enfermo y un viejo burócrata desmemoriado deciden secuestrar la locomotora para evitar su venta.
Comentario
Ganadora en la última edición de la Seminci, título destacado en el festival de Montreal, llega a las pantallas El último tren, película dirigida por el joven realizador montevideano Diego Arsuaga. Sorprende el presupuesto del filme, de un millón y medio de dólares, algo impensable para el cine uruguayo y que ha provocado la elección inmediata de esta cinta para su participación en los Oscars de Hollywood por este país, compitiendo con Los lunes al sol. La baza principal de El último tren está, sin embargo, en sus intérpretes: Federico Luppi, Hector Alterio y José Soriado, que no coincidían desde La Patagonia rebelde. Buena parte de la crítica ha incidido en el valor metafórico del filme, que plantea la terrible fuga de capital que se está produciendo en América Latina. "Algo de eso hay pero me gusta más como se ha visto la película aquí en Valladolid o como se vió en Montreal. Destaca más todo el aspecto de la solidaridad", explicó Arsuaga.
Curiosidades
Antes de titularse El último tren , esta película tuvo hasta cuatro títulos provisionales distintos: Una locomotora para Hollywood, La 33, Los durmientes y Corazón de Fuego.
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