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Sinopsis
Un grupo de terroristas cinematográficos capitaneados por el Freak Cecil B. DeMente secuestra a una estrella de Hollywood para que protagonice su nueva película. Pronto, ella comienza a simpatizar con el movimiento.
Comentario
Cecil B. DeMente es la nueva locura que John Waters trae a nuestras pantallas, apenas un año después de la interesante Pecker. En esta ocasión viene con un disparate cinéfilo que supone un ataque furibundo contra el cine comercial y conformista auspiciado por Hollywood con diversos homenajes a sus directores favoritos, entre los que se encuentra Pedro Almodóvar, y escenas tan pasadas de rosca como el ataque al estreno oficial de Patch Addams. El montaje del director (hay que coincidir con el bueno de Cecil; la original ya era bastante larga). Entre tanto caos y delirio unos chistes funcionan y otros no, pero en conjunto la película se antoja algo frágil, a pesar de que el reparto hace lo suyo por dar algo de fundamento al filme. En todo caso, hoy en día uno no puede menos que agradecer que John Waters siga corriendo riesgos y apostando por una estética subversiva que bebe de las fuentes de la serie B, del cine cutre por excelencia, en el que Waters desde su ya clásica Pink Flamingos es amo y señor.
Curiosidades
Patricia Hearst, la hija de un millonario que fue secuestrada y se unió a sus captores en los 70, tiene un pequeño papel en la película. Ya había aparecido en Cry Baby. El lágrima, también de John Waters. El argumento de la película es muy parecido al de Obra maestra, de David Trueba. Tanto que la distribuidora española del filme trató de impedir a última hora que Obra maestra fuera estrenada. Cecil B. DeMente es el apelativo que utilizó un crítico para referirse a John Water en una de sus primeras películas.
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