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Sinopsis
Ron Decker es un joven de clase media que ha sido encarcelado por un asunto de tráfico de drogas. Todo es hostil para él en la cárcel, si bien encuentra un aliado en el mafioso local Earl Copen, quien le protege.
Comentario
La segunda película como director de Steve Buscemi, tras la muy interesante Trees Lounge, se aparta nuevamente de los cauces del cine comercial de Hollywood. Animal Factory se presenta como un drama presidiario que ya desde su título supone una denuncia de la irracionalidad del sistema penitenciario: en lugar de buscar la reinserción, las cárceles son fábricas de animales, que acaban con cualquier rastro de humanidad que pudiera quedar en los reclusos. Como ya sucedía en Trees Lounge, Steve Buscemi muestra su talento antes de nada como director de actores, de los que obtiene unas interpretaciones impresionantes, más ahora que se ha retirado a un segundo plano interpretativo. Willem Dafoe, Edward Furlong y un desconocido Mickey Rourke en el papel de recluso travesti están más que brillantes en sus respectivos papeles. Más allá, Buscemi consigue mantener la tensión del relato, basado en una novela del ex presidiario Edward Bunker, sin complicarse demasiado la vida y demuestra que es un director muy a tener en cuenta en el futuro en el ámbito del cine independiente estadounidense.
Curiosidades
El rodaje se desarrolló en la cárcel estatal de Holmsburg, a las afueras de Filadelfia, y contó con la participación como extras de reclusos en régimen de baja seguridad. Esto supuso algún quebradero de cabeza a su director, en particular cuando, al rodar un disturbio racial, un recluso fue apuñalado y otro golpeado con un bate de béisbol.
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