Dante
Hicks, empleado de una pequeña tienda de alimentación,
tiene que sustituir a su compañero en su día libre;
mientras le suceden todo tipo de desgracias y situaciones paranoicas,
apenas acierta a musitar "yo no debería estar aquí
hoy". Su compañero Randal, que trabaja en un videoclub
cercano, se dedica a insultar a sus clientes y le insta a tomar
cambios en su vida. Dos alter ego para un Kevin Smith que
daba sus primeros pasos en el cine con la comedia independiente
de bajo presupuesto Clerks, allá por el año
1994.
Y es que, por más que por entonces Kevin
Smith trabajara como dependiente en el Quick Stop, ya tenía
bastante claro que su futuro no estaba detrás de una caja
registradora. De hecho, había tomado parte en cursos de
escritura creativa en Nueva York y de cine en Vancouver, estudios
que no llegó a terminar.
La inspiración le llegó en su ciudad
natal, Nueva Jersey, observando a los clientes de la tienda de
proximidad en la que trabajaba. En apenas un mes escribió
un guión y comenzó la difícil tarea de financiar
su película, algo para lo que incluso tuvo que vender su
colección de comics. En estricto blanco y negro y con un
presupuesto exiguo (en torno a los cinco millones de pesetas)
rodó la comedia independiente Clerks, utilizando
como escenario la misma tienda en la que trabajaba y como actores
a algunos de sus amigos.
La película tuvo un gran éxito,
en especial a partir de que venció en el prestigioso Festival
de Sundance. Allí fue donde se fijó en ella la potente
división de la Disney Miramax, que la distribuyó
en todo el mundo aprovechando el éxito de otras películas
de corte independiente como Pulp Fiction.
Clerks
contiene ya muchas de las constantes que hacen del cine de
Kevin Smith un cuerpo unitario y que con frecuencia ha recibido
la etiqueta de autorial. En particular, destacan las múltiples
referencias a la cultura popular, como los comics, la trilogía
de La guerra de las galaxias, el hockey, los videojuegos,
Tiburón... a través de hilarantes dialogos
que se han convertido casi en su marca de autor.
Además, sus películas comparten
escenarios (hasta el momento, todas salvo Dogma se desarrollan
en Nueva Jersey), referencias (en todas ellas se alude a Julie
Dwyer, que murió en una piscina) e incluso personajes.
Entre ellos destacan sin duda Jay y Bob el silencioso, dos freaks
a los que dan vida Jason Mewes y el propio Kevin Smith y que aportan
un contrapunto cómico incluso en las películas más
serias.
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