Guía de bolsillo para Sitges 2011
Lo mejor de la muestra de cine fantástico y de terror
Javier Pulido
El Festival de Sitges
tiene decenas de recorridos posibles, según se quiera disfrutar de
la sección oficial, revisitar los clásicos o entregarse a las sesiones
nocturnas. Este año, el certamen ha armado una programación de lo
más completa y sugerente. Nos quedamos con estos 15 títulos, en una
selección que no pretende ser dogmática ni excluyente. Tampoco cronológica
Mil gritos tiene la
noche (Juan Piquer Simón, 1982). Sección Brigadoon
Allá
por principios de los ochenta, la conocida como Ley Miró modificó
las leyes de protección cinematográfica desarrolladas durante el franquismo,
privilegiando el cine de autor sobre el de género. La polémica normativa
hirió de muerte al cine fantástico español, cuyos primeros espadas
tuvieron que reciclarse, con más pena que gloria en la mayoría de
los casos. Así las cosas, la trayectoria del fantaterror español durante
los años 80 se vio limitada a títulos puntuales. Buena parte de ellos
tuvieron la firma del cineasta valenciano Juan Piquer Simón, fallecido
a principios de este mismo año, que siempre procuró que sus productos
tuvieran más envoltura internacional que sabor local. Es el caso de
Mil gritos tiene la noche, un placer culpable (parte del rodaje
se improvisó sobre la marcha) que estéticamente bebe del fenómeno
splatter, tan de moda en el periodo, pero cuya trama hunde sus raíces
en el giallo más epidérmico, con el correspondiente rosario
de muchachas asesinadas por arma blanca.
Monster Brawl
(Jesse T. Cook, 2011). Sección Midnight X-Treme
A
medio camino entre el entrañable cóctel de monstruos de la Universal
y los títulos más estrambóticos de la filmografía del luchador mexicano
El Santo, Monster Brawl supone una de las propuestas más descerebradas
de la selección de este año de Midnight X-Treme ¿Exageramos? Pues
ojo al argumento: algunas de las más famosas criaturas del averno como
el hombre lobo, la criatura de Frankenstein y la momia se enfrentan
sobre un ring de lucha libre para, a golpe de DDT, piquetes de ojos
y demás llaves, hacerse con el honorable título de monstruo más mítico
que los tiempos vieron. Por si la jugada no fuera suficientemente Z,
aquí están algunas figuras míticas del wrestling como Kevin
Nash para aportar asesoramiento técnico sobre el cuadrilátero y lucir
canas y esteroides. Puro delirio.
Juan de los muertos
(Alejandro Brugués, 2011). Sección Oficial Fantàstic
Por
su maleable naturaleza, el subgénero zombi ha propiciado metáforas
tan poderosas como elásticas de los grandes miedos de Occidente de
los últimos 40 años: desde la alienación inherente al auge de la
sociedad de consumo y el individualismo despiadado del capitalismo de
los años 70 al resurgir de las políticas ultraconservadoras de la
era Bush. Juan de los muertos perpetúa la tradición llevando
a los (últimamente sobreexplotados) muertos vivientes a las calles
de La Habana, en una comedia desgreñada que introduce de forma soslayada
algunos elementos de crítica social y política.
Twixt (Francis
F. Coppola, 2001). Sección Oficial Fantàstic Panorama
El reciente periplo de
Francis Ford Coppola por el cine de bajo presupuesto y la libertad autoral
absoluta le trae de vuelta a algunas de las obsesiones que marcaron
sus primeros trabajos como estudiante de cine en la UCLA, aún antes
de trabajar a las órdenes de Roger Corman. Por aquel entonces, el director
de Detroit se inspiró en el inmortal relato de Edgar Allan Poe,
William Wilson, para realizar su particular visión sobre el tema
del doppelgänger: The two Christophers. Ahora, cierra
el ciclo con Twixt, un romance gótico inspirado por una pesadilla
del propio director, mezcla de la imaginería de Poe y Nathaniel Hawthorne,
en el que se dan cita los motivos estilísticos recurrentes del género
a golpe de 3D (tan sólo en escenas aisladas) y un presupuesto escaso
de 7 millones de dólares.
Eva (Kike Maíllo,
2011). Inauguración
En un año en el que
el Festival de Sitges rinde homenaje a la Inteligencia Artificial, Eva
inaugura el certamen con la vitola de ser la primera película española
con robots. En realidad, ya estaban ahí ejemplos aislados como El
rayo desintegrador (Pascual Cervera, 1965) y Supernova (Juan
Miñón, 1992) para abrir camino. Ambientada en un futuro próximo en
el que conviven seres humanos y robots, el director Kike Maílllo ha
optado por un tratamiento de la imagen que acerca a Eva a la estética
retrofuturista de los años 70, una época pródiga en reflexiones sociológicas
sobre el futuro, desde las irónicas odas al progreso tecnificado de
Kraftwerk a parábolas distópicas como Mundo futuro (Richard
T. Heffron, 1976).
Trabalhar cansa
(Juliana Rojas & Marco Dutra, 2001). Sección Oficial Fantàstic
Competición
Se suele citar a David
Cronenberg como una de las influencias más notables de la brasileña
Trabalhar cansa. No por que introduzca nuevas reflexiones sobre
el motivo favorito del canadiense, la nueva carne, sino porque actualiza
las anotaciones que este introdujera en cintas como Cromosoma 3
sobre la fragilidad de la vida familiar, la debilidad de las estructuras
tradicionales y los temores del ciudadano medio en tiempos de crisis.
Así, la película de Juliana Rojas y Marco Dutra recoge el guante
que Robin Wood lanzara a finales de los 70 en The American Nightmare:
Essays on the Horror Film, situando a la familia como el verdadero
foco del cine de terror.
Livide (Alexandre
Bustillo y Julien Maury, 2011). Sección Oficial Fantàstic Competición
Hablábamos hace tres
años de la pujanza del nuevo cine de terror francés, una variante
local del género que adaptaba sus motivos a las nuevas coordenadas
socio-políticas de un occidente en crisis. El movimiento se ha diluido
en parte, pero algunos de sus máximos exponentes siguen ofreciendo
incursiones en el género. Tras su frustrado, de momento, salto al mercado
norteamericano, Alexandre Bustillo y Julien Maury (responsables de la
escalofriante À l´interieur) continúan despreciando “el
realismo y la sobriedad para forzar la imagen por medio de una fotografía
saturada, el montaje agresivo, y la explicitud gore”, en palabras
del crítico de cine Roberto Alcover. Esta vez lo hacen reescribendo
la caligrafía de las amorales fábulas de la Hammer e invocando al
plasticismo del mejor Mario Bava.
Sector 7 (Kim
Ji-hoon, 2011). Sección Oficial Fantàstic Panorama
Todo festival de cine
fantástico que se precie de serlo ha de incluir en su programación
al menos una monster-movie. Sitges 2011, afortunadamente, incluye
este año en su parrilla Sector 7, una película del coreano
Kim Ji-hoon que enfrenta a una criatura mutante con un grupo de trabajadores
de una plataforma petrolífera, y que está más cerca del homenaje
a Alien (protagonismo de la heroína femenina incluido) que a
The host. Se trata de la primera producción coreana en 3-D, y teniendo
en cuenta que completarla ha llevado hasta 5 años, promete un festín
de efectos especiales que apuesta decididamente por el género sin coartadas
de ningún otro tipo.
The yellow sea
(Na Hong-Jin, 2010). Sección Oficial Fantàstic Competición
Con el formidable thriller
de acción The chaser, el coreano Na Hong-Jin se ganó el
aplauso y reconocimiento del público de Sitges con querencia por los
nuevos sabores orientales. Ahora toca pasar la reválida del Festival
con The yellow sea, una cinta que eleva los niveles de tensión,
espectáculo y hemoglobina de la anterior y de paso introduce elementos
de crítica política en una trepidante historia de venganza y redención.
Un título que promete ser excesivo en todos los aspectos y cuya cuidada
coreografía en las escenas de acción hace pensar que estamos ante
el sucesor de Johnnie To.
Extraterrestre
(Nacho Vigalondo, 2011). Sección Oficial Fantàstic Panorama
Hay quien despachó
Los cronocrímenes como un ejercicio de estilo con hechuras de corto
en el que se inflaba el metraje de forma artificiosa. Nosotros seguimos
considerando el debut en largo de Nacho Vigalondo como una de las más
personales y rotundas muestras del cine fantástico reciente en España;
una tercera vía del género que demuestra que se puede plasmar en pantalla
un universo personal en el que referentes y guiños se muestran tan
sólo entre líneas, sin necesidad de recurrir a mimetismos. Extraterrestre
sigue jugando en la liga del bajo presupuesto y la economía de medios:
tan sólo cuatro personajes y las localizaciones de rodaje justas y
necesarias, aunque en esta ocasión los elementos de ciencia-ficción
parecen ser tan sólo el marco bajo el que se desarrolla una comedia
romántica de la que esperamos todo.
Guilty of romance
(Sion Ono, 2011). Sección Oficial Fantàstic Competición
Hollywood Reporter nos
avisaba en mayo, con motivo de su pase en Cannes, que Guilty of romance
pecaba en exceso de “parloteo, fornicación y gore ocasional”, lo
que convierte a esta tercera parte de la trilogía del odio del director
de culto japonés Sion Ono en una de nuestras citas obligadas de este
Sitges 2011. Basada en un caso real de asesinato acontecido en Maruyama
a finales de los noventa, Guilty of romance augura un nuevo catálogo
de perversiones sexuales y personajes averiados y disfuncionales, del
que además esperamos el habitual picoteo de géneros que nos maravilló
en Suicide club o la más reciente Cold Fish. Ono, por
cierto, también estará presente en Sitges con la adaptación del manga
Himizu.
Hara-Kiri: Death Of
A Samurai (Takashi Miike, 2011). Sección Oficial Fantàstic
Competición
La presencia de Takashi
Miike en los festivales de cine fantástico es tan habitual que se hace
imposible no cogerle cariño, máxime cuando con 13 asesinos
nos ha devuelto en la fe en su trabajo, que habíamos perdido con algunos
de sus títulos más recientes, decididamente menores. En Sitges se
proyectará su remake en 3D de la película homónima dirigida por Masaki
Kobayashi en 1962; de nuevo se trata de una historia ambientada en la
era de las batallas entre señores feudales, aunque probablemente de
tono más contenido que el título citado. Quien eche de menos la faceta
más gamberra del realizador japonés, puede optar por la divertida
Ninja Kids!!!, que adapta un manga de Soubee Amako.
Tres apuestas del cine
de animación
Han pasado más de diez
años desde el debut como director del genio de la animación Hiroyuki
Okiura. Buena parte de ellos los ha pasado enfrascado en la realización
de A letter to Momo, esperada reivindicación de la animación
tradicional que incorpora un alto contenido emocional. Un lirismo al
que es ajeno Ronal The barbarian (Thorbjørn Christoffersen,
Kresten Vestbjerg Andersen y Philip Einstein Lipski), una desmelenada
comedia de animación en 3D que parodia a placer los tópicos del cine
de espada y brujería, con querencia por los pectorales de ambos sexos.
En Sitges también se proyectará Les Contes de la Nuit, la nueva
propuesta del creador de Kirikou, Michel Ocelot, un homenaje tridimensional
a aquellos cuentos infantiles que se escenificaban mediante el uso de
figuras silueteadas.
Emergo (Carles
Torrens, 2011). Sección Oficial Fantàstic Competición
Insidious, con
su particular revisión del subgénero de las casas encantadas, se convirtió
en una de nuestras películas favoritas de la pasada edición de Sitges,
con la mayor acumulación de sustos por minuto que uno recuerda en el
Festival. Su testigo este año parece recogerlo Emergo, que propone
una nueva batalla entre ciencia racional y fenómenos paranormales,
y a cuya gestación rodea el mayor de los misterios. De todas
formas, el guión de Rodrigo Cortés ya nos parece aval suficiente para
apostar por esta nueva vuelta de tuerca a la tradición poltergeist.
Red State (Kevin Smith, 2011).
Sección Oficial Fantàstic Competición
Soderbergh, Von Trier
y Kevin Smith son tres de los directores que más nos han cabreado y
decepcionado en la última década, pero a los que siempre acabamos
por concederles la penúltima oportunidad. Nos quedamos con Smith por
tres razones: para ver si su talento está por fin a la altura de su
altanería; porque es imposible hacerlo peor y esperamos que remonte
el vuelo; y porque, por fin, ha decidido salirse del ámbito de comedia
indie en el que lleva enfangado varios años. Red State,
estética y argumentalmente, promete ser su particular contribución
al género del american gothic, revitalizado en los últimos
años con las excelsas contribuciones de Rob Zombie. No le vamos a volver
a querer, pero aún podemos ser amigos.
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