Por José
Antonio Díaz
El último vehículo de lucimiento
de Brad Pitt y, sobre todo, Julia Roberts, quienes, para más INRI,
hacen de pareja, utiliza el extraño por forzado argumento de la
obtención de una reliquia en forma de una pistola antigua con
valor artístico y marcada por una maldición en algún lugar del
México profundo por parte de una banda criminal, de la que el
personaje de Brad Pitt es el encargado de realizar la misión,
para conseguir la cobertura a lo que realmente se quiere contar,
en El Mexicano y en cualquier producto ordinario de la
industria: el eterno esquema chico-encuentra-chica, chico-pierde-chica
y chico-recupera-chica, aunque aquí queda reducido a los dos últimos
elementos, puesto que la cinta comienza precisamente con la decisión
del personaje de Roberts de abandonar al de Pitt, al incumplir
éste una vez más la promesa que le había hecho a aquélla de acabar
su relación profesional con una banda criminal y aceptar el encargo
que da comienzo a la historia.
Organizada
en dos relatos un tanto inconexos, por un lado, el de las andanzas
del "gringo" Pitt por un México de pesadilla para recoger la valiosa
pieza y traerla a los EE.UU. y, por otro, la relación itinerante
de su novia con el esbirro de los jefes de Pitt, quienes aparentemente
la quieren mantener secuestrada para asegurarse los resultados
de un miembro de la banda considerado como un inútil, El Mexicano
no consigue el tono adecuado que unifique la narración de el conjunto
de la historia, que así da bandazos entre la película de aventuras,
el thriller, el melodrama políticamente correcto y hasta
dos tipos de comedia: la desenfrenada y la romántica, por la que,
como mandan los cánones y las estrellas contratadas, finalmente
se decanta, aunque tarde.
En medio de tanta corrección técnica
como insustancialidad, destacan los flash-backs en blanco
y negro, entre cómicos y oníricos, que salpican la historia y
en los que algunos mexicanos con los que se las tiene que ver
Pitt en su búsqueda de su Santo Grial particular van dando distintas
versiones sobre los hechos en que se basaría la leyenda de la
pistola, las cuales permiten por momentos sacar al espectador
del relato impecable...mente (1) mecánico del celuloide hecho
en cadena para atisbar la comedia sarcástica que, en manos de
otro tipo de producción, podría haber sido El Mexicano.
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