Por
Manuel Ortega
¿Quién es Cletis T...? es el debut en la
dirección del guionista humorístico Chris Ver Wiel y la verdad
es que el primerizo apunta maneras de avezado veterano en las
lides, sobre todo, del planteamiento y desarrollo de una historia.
Casi un teórico, casi un cirujano de estilete certero y afilado
que con el descaro del que empieza, desarrolla un discurso basado
en la nostalgia cinéfila y en la cinefilia nostálgica, que casi
es lo mismo aunque no sea igual. Desde esos postulados lanza una
mirada sardónica ante el panorama actual del cine norteamericano,
centrándose sobre todo en el comúnmente llamado thriller (ese
cajón de sastre donde cabe todo lo que no cabe en otro sitio),
y desenmascarando tanto los ardides del momento como los del pasado,
a los que, por descontado, rinde encendida pleitesía. Las cosas
que nos pasan a los cinéfilos de educación americana (-ista).
Jim
"El crítico" (sorprendente y prometedor Tim Allen) es un asesino
a sueldo cuya afición al cine clásico es conocida por todos los
compañeros del gremio. Se nos presenta en una sala de cine vacía
donde proyectan Desayuno con diamantes, mientras él, incumpliendo
las ordenes de su jefes, apaga el "busca" y se deja llevar por
la película al mismo tiempo que su endurecido rostro de matón
de alquiler es copado por las lágrimas. Cuando sale del cine secuestra
a Finch (un esforzado Slater) al que confunde con Cletis Tout
al que debe aniquilar. Le da la oportunidad de sobrevivir si le
cuenta una buena historia, como si de un productor de cine se
tratara ante un guionista que ha de pitchear (resumir el proyecto
en una sola frase, vease la escena inicial de El juego de Hollywood)
su proyecto. Aquí se abre el flash back que es la película
en sí.
En el debe del debut de Ver Wiel habría que constatar
cierta impericia en el arranque, una fe demasiado ilimitada en
unas, hasta ahora, limitadas condiciones y una dirección que a
veces se torna en balbuciente compendio de buenas intenciones
y de importantes hallazgos sobre el papel que no acaban de plasmarse
satifactoriamente en la pantalla. Luego cuando va cogiendo la
onda se va entonando y cumple lo prometido: cumplir con la regla
de oro del cine clásico que dice, que dicta, que el clímax
del tercer acto ha de ser el punto álgido de la narración y por
lo tanto de la obra. Nada de un buen planteamiento seguido por
explosiones y explosiones y otros fuegos de artificios, nada de
palabrería huera y ornamental, nada de giros (im)previstos ni
de sorpresas predecibles. Cine del de antes, mirando hacia atrás
con más desencanto que ira.
Además está el sentido de humor, que transita
con facilidad de la sátira a la parodia y viceversa. Pero una
parodia que funciona por su finura (olvídense de los hermanos
Zucker y Abrahams) . Tiene el inconveniente de que a veces se
vuelve tan fina que me temo que muchos no sabrán discernirlas
sobre todo en las engoladas (adrede) escenas de enamoramiento
de Slater y Pontia de Rossi donde juega un papel importante la
inteligente utilización de una banda sonora que satiriza el lugar
común y las pautas más censurables de la comedia romántica al
uso.
¿Quién es Cletis T? es un fresco y agradable
ejercicio metacinematográfico que es crítica del cine contemporáneo
y que es autocrítica implícita de la propia película, dando al
protagonista el papel de actor, guionista, director, público y
crítico al fin y a la postre. El principiante Ver Weil nos deja
para empezar esta declaración de intenciones. No es mal principio.
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