La herencia artística vino de la mano de
su madre, la cantante argentina Dina Rot. Desde muy pequeña,
la rubia Cecilia se acostumbró a oirla cantar largas letanías
en sefardi que le recordaban sus orígenes judios. Dina
solía también contarles a sus hijos las historias
del abuelo, un judio adusto nacido en Rusia y que acabó
en Argentina por mera casualidad. El padre de Cecilia era mucho
más práctico, aunque también más comprometido
con la realidad política argentina. Suya fue la decisión
de exiliarse a Madrid en el año 75, huyendo de la sinrazón
de la dictadura y buscando un aire más respirable ahora
que el caudillo español había muerto. La joven Cecilia
tenía por entonces 17 años, estudiaba psicología,
fonoudiología y teatro y estaba firmemente decidida a ser bailarina.
Su hermano Ariel prefería la guitarra y apuraba las tardes
en su habitación, practicando sin descanso.
El
agitado panorama cultural de Madrid en los años ochenta
acabaría por conquistarlos a ambos. Por eso, cuando sus
padres decidieron regresar a Argentina, ellos se quedaron, convencidos
de que España era el lugar para iniciar una carrera artística.
Así, fatigando bares nocturnos, Cecilia conoció
a un personaje que sería fundamental en su futuro: el controvertido
Iván Zulueta, un cineasta atípico que en esos días
planeaba una película sobre el poder de seducción
del cine. Se trataba de Arrebato, un clásico moderno
del cine español y la primera experiencia seria de Cecilia
frente a las cámaras. Su papel de jovencita destrozada
por la vida, dependiente hasta la saciedad, le abrió la
puerta de nuevas producciones, llamando la atención de
un joven Pedro Almodóvar, que se puso en contacto con ella
para rodar Pepi Luci Bom y otras chicas del montón.
Con Almodovar llegó a rodar tres películas
más (Laberinto de pasiones, Entre tinieblas
y ¿Qué he hecho yo para merecer esto?), siempre
en papeles secundarios. Contrariamente a lo que le había
sucedido a su hermano, que triunfaba con el grupo Tequila, la
carrera de Cecilia no había despegado. Para colmo había
sufrido un desengaño amoroso y estaba enferma de hepatitis,
por lo que tiró la toalla y regresó a Buenos Aires
en el año 1985. Allí la cosa mejoró: Cecilia
comenzó a trabajar para la televisión en la serie
"Extraños y amantes". Después llegó "¿Dónde estás
amor de mi vida que no te puedo encontrar?", la miniserie
de Juan José Jusid y el filme Desde Adentro. En
lo personal, tuvo un matrimonio fracasado del que se recuperó
al conocer a su pareja actual, el rockero Fito Paez, en 1991.
Sin
duda su gran oportunidad llega con su papel de Ana Dominicci en
el filme de Adolfo Aristaráin Un lugar en el mundo,
una coproducción hispano argentina donde Cecilia compartía
pantalla con Federico Luppi y Juan José Sacristán.
La película obtuvo un importante éxito internacional,
conquistando la Concha de Oro en San Sebastián y una sonada
nominación a los Oscars de Hollywood y colocando de paso
a sus intérpretes en la primera línea del cine argentino.
A partir de ahí Cecilia Roth trabajó con varios
pesos pesados del cine argentino como Marcelo Piñeyro (Cenizas
del Paraiso), Alejandro Agresti (Una noche con Sabrina
Love) o de nuevo con Aristarain en Martín (Hache),
actuación por la que obtuvo su primer Goya.
El regreso de Cecilia Roth a España se
produjo por la puerta grande y de la mano de su viejo amigo Pedro
Almodóvar, quien decidió que era la adecuada para
interpretar a Manuela, madre que pierde a su hijo en la aclamada
Todo sobre mi madre. La película obtuvo un abrumador éxito
internacional y Cecilia Roth sonó incluso como candidata
a un Oscar a la mejor actriz. No llegó a tanto, aunque
el filme obtuvo la estatuilla a la mejor película extranjera
y Roth el segundo Goya de su carrera. Desde entonces ha decidido
tomarse un descanso, participando en proyectos pequeños
y personales como Vidas Privadas, dirigida por su marido Fito
Paez, o Antigua vida mía dirigida por Héctor Olivera. Pero, como
siempre, sus descansos son ficticios y Cecilia Roth volverá
al primer plano en breve gracias a dos esperadas adaptaciones:
Afrodita de Isabel Allende, que dirigirá el argentino Pino
Solanas, y La hija del caníbal de Rosa Montero.
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